30 días para negociar
10/12/2020 | 13:35 | Hay diferencias con los bonistas, alto riesgo argentino y matices dentro del gobierno. Y la Nación quiere que las provincias comprometan la menor cantidad posible de dólares.
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Hoy se abrió un período de 30 días para que la Provincia llegue a un acuerdo con sus acreedores para reestructurar su deuda. Si no, va a entrar en default técnico. Ayer la Provincia no pagó 25 millones de dólares de intereses en un bono y eso podría llevar a un default mayor sobre una deuda de 1.700 millones de dólares, una cesación de pagos en la que Córdoba nunca incurrió.
La Provincia ya hizo tres propuestas y ninguna fue aceptada. Como mínimo, dos tercios de los acreedores deben aceptarla para que el acuerdo deba ser aceptado por todos los acreedores.
¿Por qué no se acordó hasta ahora? Bueno, obviamente las propuestas de la Provincia no conforman a los acredores. Los acreedores estarían dispuestos a aceptar nuevos bonos, con nuevas condiciones de plazo, interés, período de gracia, etc, que les permitan venderlos de inmediato y cobrar más o menos el 80% menos del valor presente neto de esos papeles menos lo que un eventual comprador de esos bonos les descontaría por la desconfianza en que Córdoba cumpla todas esas nuevas condiciones. Una de las diferencias principales está en la tasa de interés. El gobierno ofreció 2,5, los acredores piden más. Todos miran a Mendoza, que en septiembre acordó con una tasa de 2,75%.
Pero esta negociación, el toma y daca con los acreedores no es la única dificultad.
Una es la poca confianza en la Argentina. La Nación logró un acuerdo con sus acreedores hace menos de tres meses pero los nuevos ya valen de nuevo casi lo mismo que valían cuando estaba al borde del default. Eso lleva a los acreedores a exigir más tasa de interés, menos plazo, etc.
Pero, además, en el gobierno cordobés también hay matices. Y el gobernador, Juan Schiaretti, tendría una posición bastante dura. Sobre todo en la discusión de ese valor presente neto de los bonos.
Por otro lado, también el gobierno nacional pone lo suyo. La Nación renegoció su propia deuda porque el Banco Central tenía y tiene cada vez menos dólares con los cuales saldar deudas. Y esos dólares faltan no sólo para cumplir deudas de la Nación sino cualquier otra deuda. Por eso la Nación le impuso a las empresas argentinas, por ejemplo, renegociar al menos parte de sus deudas en dólares, cosa que también los vencimientos de deudas privadas le den un respiro a las reservas del Banco Central. Y si hizo eso con las empresas, por supuesto también lo hace con las provincias. Con buenos modales, sin amenazas ni nada de eso, el ministro Martín Guzmán también les pide a las provincias que renegocien sus deudas no sólo pensando en si ellas las van a poder pagar sino también si en el Banco Central van a estar disponibles los dólares necesarios para que las provincias puedan comprárselos y, con eso, saldar sus deudas.