La quinta pata del gato
03/02/2021 | 11:53 | Este año, como mínimo, la Nación gastará en el transporte urbano de cada habitante del Gran Buenos Aires 11 veces más de lo que gastará en un "intranjero". El verso de los 60 kilómetros.
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Este lunes el Ministerio de Transporte de la Nación resolvió cómo se van a repartir los subsidios al transporte en colectivos en todo el país. Dos cosas sobresalen. Una, es que se deja de subsidiar los colectivos con trayecto mayor a 60 kilómetros, lo cual de por sí está dibujado para el Gran Buenos Aires, que tiene justo esa distancia entre más o menos Garín, en el extremo nor-noroeste, y Ranelagh, bien al sur-sureste. Un límite arbitrario dibujado para subsidiar todo el transporte colectivo de Capital Federal y Conurbano y excluir a buena parte del transporte del resto del país. De verdad creen que somos idiotas.
La otra cosa importante: el ministro Mario Meoni decidió que este año habrá 20 mil millones para subsidiar los colectivos del interior de menos de 60 kilómetros. Son 668 pesos por cada argentino del interior según datos de Indec.
Si esto se cumple, es probable que este año se produzca entonces la mayor inequidad histórica en el reparto del dinero para el transporte. El año pasado, la Nación gastó en total en subsidios a bondis y trenes de pasajeros 134.800 millones de pesos según la Asociación Argentina de Presupuesto. Es seguro que este año va a gastar más por la inflación. Pero supongamos que gasta lo mismo que el año pasado. Si de ese monto, le va a tirar 20 mil millones al interior, quiere decir que va a gastar 114.800 millones en Capital Federal y conurbano. Y eso arroja 7.438 pesos por cada habitante de la Cabeza de Goliat.
Estos números deben ser tomados con pinzas. Es muy probable que contengan errores. Porque la táctica de tantos gobiernos centralistas dedicados a full a demagogear a los votantes del conurbano ha sido ocultar durante años esta información en un galimatías kafkiano de fondos especiales, aportes, tarifas sociales, tarjetas, decretos y resoluciones que ya no entienden ni los que reparten la guita ni los legisladores que deben representarnos ni los fiscales que ni se animan a preguntarse cómo puede ser que los trenes gasten tanto, por ejemplo. No hay estadísticas accesibles. Porque estos números son vergonzos e insostenibles.
Significan que la Nación gastará este año como mínimo 11 veces más por cada habitante del Gran Buenos Aires que viaja casi gratis en menos del 2 por ciento del territorio nacional, que por cada argentino que debe desplazarse por el resto del país, el octavo más extenso del mundo.
Nosotros, los intranjeros, los argentinos que vivimos en el interior, hace mucho que nos sentimos tratados como extranjeros. No es noticia. Lo que no sabíamos hasta ahora es que la Argentina, directamente, ya está dejando de ser un país que merezca llamarse así.