Una crisis que nos acerca al default (Por Adrián Simioni)

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Una crisis que nos acerca al default

09/03/2020 | 18:05 | La crisis internacional podría alentar al gobierno a ir al default abierto. Primero, porque complica un arreglo. Segundo, porque puede ser más tentador manejar un rebote que evitar una crisis.

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A Alberto Fernández se lo viene criticando porque, a tres meses de haber asumido, aún no explicó para dónde quiere ir.

La negociación de la deuda es el caso más obvio. Hasta el FMI dice que desconoce sus planes.

Fernández ha dicho que quiere sí o sí evitar un default abierto. Pero eso significa, en mayor o menor medida, que durante el resto de su gobierno va a tener que seguir con políticas de austeridad.

El kirchnerismo está cada vez más incómodo con eso. Hacer populismo sin plata es muy difícil. Basta preguntarle a Maduro, que heredó el desastre de Chávez.

La única forma de tener algo que repartir es si, primero, se cae al fondo. Como sucedió en el 2001. Gran crisis. Caída brutal. En el 2003, cuando apareció Kirchner, los déficits estaban licuados y la economía estaba lista para rebotar desde el subsuelo. Ese rebote es el que le permitió a Kirchner repartir y consolidar su poder.

El tema es que Fernández no heredó una economía en el subsuelo. Lejos de administrar la salida de un default, él tiene que evitar caer en el default. Le gustaría ser Kirchner, pero le toca ser De la Rúa.

Ahora, la crisis internacional podría alentar al gobierno a ir a un default abierto. Primero, porque es una dificultad concreta para llegar a un arreglo con los acreedores. Los inversores ya están pánico en países como Brasil o México, imagínense lo que queda para la Argentina, la defaulteadora serial del mundo. Además, con riesgo país de 2.800 puntos, hay bonos argentinos que cotizan a 35% de su valor: es el precio al que empiezan a comprar los fondos buitre que no quieren un arreglo sino un litigio.

Pero además la situación internacional sería la excusa perfecta para justificar un default, que nos llevaría al subsuelo una vez más, del cual luego podríamos rebotar. Y el político que se subiera a ese rebote podría hacer algo parecido a lo de Néstor: populismo con al menos algo de plata.

En términos de relato, el kirchnerismo tendría que forzar la máquina para culpar a Macri, jurar que, por culpa de Macri, el default era inevitable.

A eso apuntó en las últimas dos semanas Alberto Fernández al sugerir que Argentina ya está en un default de hecho.