Reflexiones del corazón
19/06/2021 | 15:30 | Álvaro Villanueva papá de Alvarete, publicó en el segmento "De mamas & de papas" de el diario El País de España las cosas que aprendió de su pequeño.
En "Carta a Alvarete, mi hijo con discapacidad", el periodista español Álvaro Villanueva describe las enseñanzas que le deja su pequeño quien tiene una discapacidad intelectual.
"Querido Alvarete: Vivimos en un mundo del culto al yo, donde prima ganar y tener éxito por encima de cualquier otra cosa. Las redes sociales no ayudan, nos venden un mundo irreal donde los ejemplos a seguir por los jóvenes son irreales", comienza.
"No es extraño pensar que en este mundo una persona como tú pueda pasar desapercibida. Ni eres futbolista, ni modelo, ni tampoco un empresario exitoso, solo eres un niño con discapacidad intelectual. Cuando las personas se cruzan contigo te miran con pena o indiferencia y ninguna se para a pensar lo que les puedes aportar. Lo cual es natural, yo que soy tu padre y he tardado años en darme cuenta de tus enseñanzas; me quedaba con lo duro de la experiencia, los sueños rotos y el cansancio", continúa.
Luego, Villanueva enumera una serie de enseñanzas que ha obtenido en este tiempo.
Una lección que anuncia es el perdón y lo describe así: "Cuántas veces me habré enfadado, echado la bronca o tenido un mal gesto contigo porque, sin darte cuenta, has hecho cosas que me sacan de quicio. Nunca me has guardado rencor ni un minuto, rápidamente me has perdonado y olvidado".
Otra virtud que destaca del niño es "amar sin medida" y describe una serie de actos que demuestran el amor desmesurado y desinteresado que expresa a cada uno de sus afectos.
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Por último señala que en este tiempo aprendió de su fortaleza: "Cuando veo por todo lo que has pasado: operaciones, años sin apenas dormir, estados epilépticos crónicos… y nunca te he visto quejarte".
Una de las partes más emotivas es la reflexión final de Villanueva donde confiesa: "Entiendo que nadie quiera pasar por tu tormento ni que ninguno de sus seres queridos tenga que hacerlo; yo mismo desearía que hubieras nacido sano, pero eso no quita que me cause un inmenso dolor el hecho de que no se valore todo lo que tienes que aportar a la sociedad y pasen desapercibidas tus enseñanzas. Entiendo que no todos los ojos están preparados para mirar directamente los tesoros que más brillan, es lo que tiene vivir entre sombras, pero estoy convencido de que entre todos podemos hacer que desaparezcan los nubarrones y, por tanto, abandonemos las sombras".