Esencial y letal
01/06/2021 | 07:11 | Tessa Hansen Smith tiene una rara condición llamada "urticaria acuagénica" que hacen que bañarse o beber agua sean un desafío para ella.
Los primeros síntomas se le manifestaron cuando tenía ocho años y tomar largas duchas o meterse en una pileta le causaban un intenso sarpullido.
La joven que ahora tiene 22 años, vive en California, Estados Unidos y comparte en Instagram cómo es vivir siendo alérgico a algo tan vital como el agua.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
A los médicos les llevó dos años de investigación descubrir que padecía de esta rara urticaria acuagénica y en el proceso le recomendaban dejar de usar ciertos jabones o champús, pese a que los síntomas persistían.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
¿Cómo tratarlas?
/Fin Código Embebido/
“Es una condición realmente difícil de tener, ya que incluso soy alérgica a mis propias lágrimas, saliva y sudor. Soy muy propensa al agotamiento por calor y tengo que evitar la actividad física”, aseguró Tessa para el medio inglés The Mirror.
Según contó, sólo puede ducharse dos veces al mes y beber agua le provoca cortes en la lengua, y regularmente sufre de mucha fatiga muscular y náuseas.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
Para aliviar las erupciones tiene que tomar varias pastillas, pero su condición es permanente. “Tener urticaria acuagénica puede ser un juego mental a veces. Es difícil tomar tantas tabletas todos los días sabiendo que en realidad nunca se detendrá”, reconoció.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
/Fin Código Embebido/
Las erupciones causadas por la reacción alérgica empeoran con la edad y por lo tanto varios de los medicamentos que consume ya no funcionan como al principio.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/
Los videos que publica tienen títulos llamativos como “Cómo vivo mi período siendo alérgica a él” o “Edición de alergia al agua de ducha”, pero la pregunta que más le hacen sus seguidores es “cómo puede ser alérgica al agua cuando el cuerpo humano está compuesto en un 70% de este líquido”.
Tessa responde que todo radica en la diferencia entre una alergia y un trastorno autoinmune. Si se tratara de esto último su cuerpo “atacaría el agua en las propias células” y probablemente ya hubiera fallecido, pero al ser una alergia “solo ve el agua extraña que ingresa como una amenaza para el sistema inmunológico”.
/Inicio Código Embebido/
/Fin Código Embebido/