Verano europeo
23/07/2021 | 13:02 | El ayuntamiento de la ciudad de Barcelona, en España, puso en marcha un nuevo servicio que permite a personas con discapacidad disfrutar de la costa, las olas y el sol.
El ayuntamiento de la ciudad de Barcelona, en España, puso en marcha un nuevo servicio que permite a personas con discapacidad disfrutar del mar.
Se trata de puntos concretos a lo largo de la costa que cuentan con itinerarios accesibles hasta la playa seca, señalización e información visual y táctil, baños y duchas adaptadas para sillas de ruedas y pasarelas de madera que les permiten llegar lo más cerca posible del agua.
Para poder pasear por la arena cuentan con un trasporte público adaptado que facilita el acceso.
Además, cuentan con un servicio de apoyo al baño, que está dirigido para aquellas personas con movilidad reducida y que necesiten de asistencia para poder ingresar al agua.
La propuesta no sólo cuenta con sillas anfibias, sino también con vestuarios y nueve socorristas especialmente formados para ayudar a los usuarios a acceder al agua y disfrutar de las olas.
"Puedo jugar y nadar. Y también tienen cosas para que las personas también puedan nadar, me han dado un chaleco, un flotador con un tubo... y aquí siempre vienen personas que no puede caminar", dijo Max Segui, un niño de siete años, a un reportaje de Reuters.
Debido a las restricciones de COVID-19, los bañistas tienen que reservar con antelación para utilizar el servicio, pero no parece importarles.
"Nos ayuda cantidad porque si no, yo sola no podría bajar a bañarme o aunque si pudiese, sería muy incómodo", dice Nati Gines, de 58 años, que utiliza una prótesis de pierna completa en tierra y se mete en el agua en una silla anfibia, tras lo cual es una nadadora independiente.
Luis Ferrer, de 74 años, puede caminar con muletas, pero necesita ayuda en el agua.
"Venir aquí para mí representa hacer vida de una persona normal... con la ayuda de unos monitores que solo se puede hablar maravillas de ellos", dijo.
En Argentina, el balneario Noctiluca, ubicado a 300 metros del muelle de Villa Gesell es la primera playa accesible del país.
Cuenta con sillas anfibias y soportes para que las personas con discapacidad puedan disfrutar del mar.