Una panadería que se convirtió en un espacio de encuentro

En el día del panadero, que tuvo lugar este 4 de agosto, la Fundación Brisas de Cambio de Laborde, al sudeste de la provincia de Córdoba nos invitó a conocer más del trabajo que allí realizan. 

Este espacio nació en 2015 con las intenciones de brindar un espacio de contención y capacitación para jóvenes con discapacidad.

Renigia es una de las coordinadoras junto a Carlos Tissera y contó que su rol es lograr que los chicos puedan manejarse con total autonomía.

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“Nosotros los tratamos de organizar para que ellos hagan lo mayor posible solos”, destacó.

Todos los días en la panadería son especiales, comienzan con la preparación de los churrinches, palmeritas, criollitos y alfajores, que se venden en el negocio. Pero a las 10 de la mañana, todos cortan para desayunar. 

Se trata de una rutina que todos respetan y que demuestra el cariño y los lazos familiares que se construyeron a través del trabajo diario.

Luego vuelven a sus tareas y comienzan a realizar el envasado de aquellos productos que más salen a la venta y la limpieza de las máquinas para finalizar la jornada.

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Las especialidades de la panadería son churrinches, palmeritas, galletas materas, pepas, y pastafloras.

La próxima meta de la Fundación, y que cada vez está más cerca, es terminar el nuevo local, para tener un lugar fijo, ya que el espacio donde trabajan actualmente es alquilado.

Si alguien desea colaborar con este sueño los pueden contactar a través de su cuenta de Instagram @brisasdecambio o Facebook brisasdecambio.org