Recuerdos que nos estremecen

En abril la radio se propuso elaborar un documental sobre los 20 años del ataque a las Torres Gemelas. 

Cinco meses después, el sábado 11, Cadena 3 pondrá al aire una producción especial histórica que rememora aquel brutal atentado terrorista, con testimonios de argentinos residentes en Nueva York y que tuvieron roles dramáticos aquella mañana, además de opiniones de reconocidos especialistas internacionales que analizan ese siniestro. 

Decenas de entrevistas, largas jornadas de investigación y días de minuciosa edición de audios y de redacción del guión periodístico, dieron forma a un producto radial –con su versión audiovisual- que estremece hasta las vísceras a lo largo de 45 minutos. 

La recopilación de los audios de la cobertura de Cadena 3 de aquel día representó abrir un cofre con registros que dos décadas después cobraron valor histórico. La voz de Mario Pereyra -agudo, indagador y voraz por mayores precisiones en esas horas urgentes- nos hizo patente el inevitable paso del tiempo. 

Nos conmovimos, al igual que seguramente les sucederá a los oyentes. Con ojos llorosos y sentimientos encontrados –admiración, nostalgia, tristeza- no pudimos evitar los dolores del corazón por aquello que ya nunca volverá. 

Pero esos audios, un verdadero tesoro para Cadena 3, también son eslabones evidentes del prestigio ganado a lo largo de las décadas en base al trabajo de un equipo liderado por el inolvidable Mario Pereyra. 

Aquella trágica mañana, el equipo informativo de Cadena 3 expuso toda su pericia para transmitir a los argentinos cada secuencia de lo que fue el atentado terrorista que se convertiría en una bisagra para la humanidad. 

Veinte años después, el gran desafío es demostrar que ante eventos de magnitud mundial la radio mantiene sus premisas de informar con certezas y al instante, de exhibir despliegue internacional sumando voces desde todos los puntos cardinales y de proyectar precisos escenarios a futuro en base a urgentes conjeturas. 

La cobertura histórica de aquel ataque nos enorgullece y también nos compromete a futuro.