En lo que va del año bajó un 15% el consumo de carne

Según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICRA), en lo que va del año, el consumo ha disminuido un 15.9%. Esto significa que cada habitante ha consumido alrededor de 8.3 kilos menos este año en comparación con el año pasado.

A pesar del asado y otros platos tradicionales basados en carne vacuna que son parte integral de nuestra cultura culinaria argentina, los números no mienten. Pero ¿por qué está ocurriendo esto? ¿Es simplemente una cuestión de costos o hay más factores en juego?

En mayo, el precio al público de la carne subió un 3%, por debajo del índice inflacionario general. Entonces, aunque puede parecer contradictorio a primera vista, muchos argumentan que la carne vacuna no está cara en términos relativos. De hecho, si comparamos los precios con algunos vegetales cuyo costo es exorbitante actualmente, podríamos incluso decir que la carne es asequible.

Sin embargo, algo interesante está sucediendo: el consumo de pollo y cerdo está aumentando. Según CICRA, con lo que te costaría comprar un kilo de carne vacuna puedes adquirir tres kilos de pollo o dos kilos de cerdo. No solo eso sino también hay una gran oferta disponible para estos productos alternativos en las carnicerías.

El año pasado, el promedio de consumo de carne por habitante fue de 115 kilos, dividido entre 52 kilos de carne vacuna, 45.5 kilos de carne aviar y 16.5 kilos de cerdo. Este año, estamos en un promedio de 44 kilos para la carne vacuna y probablemente más para la aviar.

Esto nos lleva a una pregunta intrigante: ¿estamos presenciando un cambio histórico en nuestros patrones alimenticios? ¿Es posible que este sea el primer año en nuestra historia que consumimos más pollo que carne vacuna? Aunque todavía no tenemos los datos finales para confirmar esto, parece ser una posibilidad real.