Los Cavigliasso, la familia del maní

Por Facundo Sonatti.

Quisiera invitarlos a salir de la coyuntura por un momento y sumergirse en una historia única y aleccionadora. Estoy hablando de la familia Cavigliasso, referentes en el negocio del maní y grandes exportadores que han dejado su huella en Córdoba, especialmente en General Cabrera.

Esta familia con siete décadas en el negocio del maní decidió hacer algo inusual pero extremadamente inteligente: dividir sus negocios. En 2008, se sentaron alrededor de una ronda de mate y comenzaron a trazar los planes para separar los diversos aspectos de su empresa. Esta decisión no fue tomada a la ligera ni sin consideración; fue un proceso cuidadosamente pensado y ejecutado para garantizar que cada miembro de la familia tuviera un papel adecuado dentro del nuevo panorama empresarial.

La división no sólo se hizo sin conflicto, sino también con gran practicidad. Según el perfil que tenía cada uno de los miembros de la familia al frente en ese momento se iban a dividir las distintas unidades de negocios: quién se queda con la parte más industrial, quién se hace cargo de los campos y por otro lado otra división que tenían de aceite de maní que fue a parar a otra rama familiar.

Ahora, estas tres ramas están lideradas por las nuevas generaciones: Prodeman, Maniagro y el grupo Cavigliasso. Tres empresas cordobesas con mucha fuerza e impronta exportadora que han experimentado un crecimiento fenomenal desde su división hace más o menos 15 años.

En 2008, ocupaban el quinto puesto en la exportación de maní en Argentina y tenían poco más de 200 empleados. Hoy en día, si sumamos a los tres grupos, estarían cabeza a cabeza con AGD en volumen de exportación de maní y derivados. Además, han multiplicado la cantidad de puestos de trabajo a más de mil. Según uno de los miembros actuales del negocio familiar, probablemente están por encima de los 1200 empleados directos entre Prodeman, Maniagro y el grupo Cavigliasso.

La historia del grupo Cavigliasso es un ejemplo brillante para otras empresas familiares que buscan dividir sus negocios sin generar conflictos internos. Han demostrado que se puede hacer con inteligencia y practicidad, siempre manteniendo la mirada puesta en el crecimiento y desarrollo futuro.

Esta historia es una prueba fehaciente del poder del diálogo y el acuerdo; dos elementos cruciales que parecen faltar en nuestro país hoy en día. A través del amor por su trabajo, la paciencia y un arduo esfuerzo transmitido generación tras generación desde el campo hasta el mundo globalizado actual; El grupo Cavigliasso ha logrado crecer juntos durante estos últimos 15 años.