CLAUDIO LOSER
15/08/2019 | 15:25 |
“Es probable que mejoren mucho las exportaciones y si no crece el déficit las tasas pueden bajar y evitar una caída demasiado grande del consumo”, fundamentó el economista argentino.
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–¿Con este recorrido que tuvo el dólar, aunque no sabemos si ya terminó, tendremos un impacto inflacionario y recesivo importante?
–En la parte inflacionaria no me cabe duda. Aunque todo depende en general de qué pase con la política monetaria.
Respecto a la parte recesiva, evidentemente hay consumidores que van a dejar de gastar. Pero también hay muchos que van a dejar de gastar afuera. Y a la agricultura y a las exportaciones les va a ir muy bien. Podremos exportar de todo. Y eso por supuesto va a ayudar.
Lo que pasa es que por el lado del consumo se va a afectar a industrias como la automotriz y otras. Pero a la larga un tipo de cambio competitivo, con políticas fiscales adecuadas, lleva a una tasa de interés algo menor. Si se estabilizan, las expectativas inflacionarias bajan, y esa sería la forma de solucionarlo.
Lo que pasa es que en la Argentina la gente se pone muy nerviosa. Porque la experiencia ha sido muchas veces de mal manejo de estas devaluaciones. Pero con este tipo de cambio de 50 pesos para arriba, el país es muy competitivo.
–¿Para agosto y septiembre usted no imagina un golpe inflacionario importante a pesar de la devaluación?
–Va a haber una suba. Pero yo creo que la gente va a tratar de ajustar y cuando vea que el dólar sube y baja tanto, va a tener mucho cuidado de sobreactuar. Porque en gran medida fue el sobreajuste de precios el que causó la caída en la actividad económica.
Eso es muy importante, más que el ajuste fiscal.