CLAUDIO LOSER
15/08/2019 | 15:14 |
Para el ex funcionario del FMI el próximo gobierno deberá negociar con el FMI la refinanciación de su deuda y el respaldo del organismo para un acuerdo con los bonistas privados.
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El ex director del Fondo Monetario Internacional para el Hemisferio Sur Claudio Loser le dijo a Cadena 3 que el próximo gobierno deberá renegociar la deuda con ese organismo y con los tenedores de bonos.
Subrayó que para eso deberán encarare las reformas estructurales que condicionan los programas de Facilidades Extendidas del Fondo, la única alternativa prevista para un estiramiento de los plazos de pago. Se trata de la modificación de los regímenes laborales, previsional e impositivo.
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, ha rechazado esas reformas. Loser opinó que las declaraciones en ese sentido obedecen a las necesidades electorales, pero consideró que “él va a percibir que el margen de operación que tendrá es mucho menor de lo que su discurso dice”.
Loser, un economista mendocino que reside en Estados Unidos, elogió la tregua política que acordaron Fernández y el presidente Mauricio Macri para bajar la incertidumbre de los mercados.
–¿Qué importancia le atribuye a los gestos de Macri y Fernández para consolidar la estabilización de los mercados?
–Evidentemente es importantísimo. La falta de comunicación, la incertidumbre y la percepción de que no se sabía qué iba a pasar, era terrible. Por eso pegó tan fuerte en los mercados.
El hecho de que empiece a haber un diálogo, por necesidad no por cariño, es absolutamente importante. Porque la Argentina, independientemente de quién sea el Presidente, tiene limitaciones que ninguno de ellos va a poder cambiar.
–¿Es suficiente con eso para establecer cierta estabilidad financiera hasta octubre, que es el mes clave?
–Tiene que haber un mensaje claro de qué se va a hacer, que no va a ser lo más querido por todos. Yo creo que Alberto Fernández lo entiende.
Es crucial que diga qué piensa hacer y que hable del marco en el que se encuentra. Porque los mercados, que somos todos nosotros no sólo los altos financistas, no sabemos qué va a pasar.
–¿El dólar está cerca de una paridad de equilibrio? Orlando Ferreres lo calculó entre 57 y 60 pesos ¿Coincide con esa apreciación?
–Primero voy a hacer una apreciación personal. Estuve en la Argentina hace un mes, antes de esto. Y me pareció que en términos generales estaba muy competitiva.
Un dólar a 60 le daría una gran competitividad, dependiendo de qué pase con la inflación.
–¿La devaluación y el nivel de riesgo país comprometen el manejo de la deuda? ¿Hay riesgo de default?
–El hecho de que aumente el riesgo país en un momento en que la Argentina no está tomando nueva deuda, diría que es más bien una señal pero que no afecta de ninguna manera la capacidad de repago.
Lo más importante, es que la tasa de interés del Fondo Monetario, que está en otra dimensión, no cambia por esto.
Éste es un miedo normal que se refleja en los mercados secundarios. Evidentemente hay todo un problema en cubrir los intereses. Pero yo no veo el riesgo de default.
Quizás tengan que sentarse con los bancos y los bonistas a renegociar, pero no en este momento.
–En el pico de la crisis financiera el Ministerio de Economía tuvo que suspender una licitación de letras para no convalidar una tasa altísima. Por eso surgieron también inquietudes sobre el manejo de la deuda de corto plazo y sobre el nivel de compromiso eventual de las reservas.
–Es un problema serio. Tendrá que verse cómo se manejan estos bonos.
Después de esta conversación (entre Macri y Fernández) y esperando un poco, creo que se pueden tranquilizar las cosas y se puede continuar.
Históricamente, no en la Argentina, pero históricamente en lugares como Brasil, eso pasó. Sucedió en 2002 cuando Lula era un candidato que estaba con grandes probabilidades de ganar, antes de las elecciones.
–¿Es viable, en estas condiciones, una continuidad del programa con el Fondo Monetario hasta el probable cambio de gobierno?
–Es un poco exagerado pensar que se derrumba o se viene abajo el programa. Sí tendrán que discutirlo.
Puede pasar que no se complete la revisión y que eso demore un poco la negociación de esta parte del programa. Pero hay algo muy importante. El hecho de que se suspenda temporariamente no quiere decir que haya que devolver el dinero ni nada por el estilo. Ni que se aceleren los repagos.
Quiere decir que no va a haber desembolsos, pero no son tan grandes en este momento.
– Fernández ha dicho que no acepta las reformas (laboral, previsional, impositiva) que condicionarían un acuerdo de facilidades extendidas. ¿Sería una traba para encontrar algún punto de acuerdo que descomprima los vencimientos?
–Sería una traba. Claro que hay un elemento importante, el eleccionario. Es muy difícil cambiar el discurso, pero la realidad después va a ser muy diferente.
Creo que (Fernández) va a percibir que el margen de operación que tiene es mucho menor de lo que su discurso dice.
–Usted mencionó que podría haber algún tipo de arreglo con los acreedores privados ¿Qué imagina, algún canje de bonos o algún otro esquema?
–Si la Argentina lo hiciera unilateralmente sería una tragedia. Porque quedaría muy mal, y sin los márgenes que tenía el gobierno de los Kirchner, o el contexto internacional muy favorable (para las exportaciones agrícolas).
Tendría que ser algo en el marco de una negociación con el Fondo, donde se discutieran cambios o una reestructuración de los vencimientos. La tasa de interés es muy difícil que se pueda modificar eficazmente.
–¿Pero sería importante un aval del Fondo para un entendimiento de ese tipo?
–Yo diría que sí para que sea cooperativo y para que tenga el apoyo de los gobiernos de los principales socios del Fondo, Estados Unidos, Europa, Japón, China. Para ellos sería muy importante que hubiese un acuerdo con el Fondo.
Si no, la Argentina quedaría muy expuesta.