Cayó el actor porno Nacho Vidal por un trágico ritual

El reconocido actor y productor de cine porno Nacho Vidal fue acusado de homicidio por la muerte del fotógrafo José Luis Abad, quien inhalara los vapores del veneno de un sapo bufo alvarius estando en su casa.

Si bien fue detenido el viernes pasado, posteriormente fue puesto en libertad condicional hasta tanto se desarrolle el juicio.

Tanto el actor porno como una familiar suya y otro hombre fueron arrestados entre el pasado jueves y el viernes y llevados al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº2 de Xàtiva, Valencia, al verse implicados en el homicidio imprudente del fotógrafo José Luis Abad, en lo que se dice fue un rito chamánico, en el que emplearon el veneno de un animal.

Abad falleció el 28 de julio pasado en la casa de campo de Vidal, en Enguera. En un primer momento se habló de un accidente, pero familiares de la víctima instaron a que se realice una investigación más profunda.

Así, en estos once meses, y en una operación que denominaron “Yurta”, determinaron que el incidente tuvo lugar durante un ritual en el que emplearon veneno de un sapo bufo, al que los chamanes suelen vincular con propiedades curativas.

Esto le provocó al fotógrafo un infarto de miocardio y ninguno de los presentes socorrió o llamó a los servicios de emergencias para ayudar a la víctima, señala la investigación.

En sus declaraciones a la Guardia Civil, Vidal indicó que sus intenciones eran ayudar a Abad con su problema de drogas y sostuvo que lo hizo de manera desinteresada. No obstante fue acusado de “la existencia de un delito de homicidio por imprudencia y un delito contra la salud pública, supuestamente cometido por quienes organizaron y dirigieron el ritual".

"La molécula de Dios", que así es como también se llama a este veneno extraído del sapo bufo originario del estado mexicano de Sonora, se usa en ritos chamánicos que consisten en fumar esta sustancia en una pipa de cristal.

Este proceso "curativo" provoca un "viaje espiritual" de entre 15 y 20 minutos que puede producir alucinaciones, taquicardias, pérdida del conocimiento y, en ocasiones, la muerte.