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26/12/2019 | 08:00 |
Geo Monteagudo
El director Fernando Meirelles nos presenta un juego de opuestos con brillantes actuaciones de Anthony Hopkins y Jonathan Pryce. El film se centra fundamentalmente en la vida de Bergoglio antes de convertirse en papa.
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Ya está disponible en Netflix, una de las películas nominadas a los Globos de Oro, la antesala del Oscar y, que viene con muy buenas críticas en general. Narra la relación entre el Papa Benedicto XVI (Anthony Hopkins) y Bergoglio (Jonathan Pryce, antes de convertirse en el Papa Francisco), aunque se centra más en el argentino.
Así comienza. Se escucha una voz masculina que intenta reservar un vuelo por teléfono y, del otro lado una mujer que, cuando le dice que habla el Papa y su dirección es el Vaticano, automáticamente no le cree y corta el teléfono.
Rodeado de escándalos financieros y morales, Benedicto toma la decisión de renunciar al Papado, algo que no había ocurrido en centenares de años en la Iglesia Católica. Es allí cuando aparece el cardenal Jorge Bergoglio, dispuesto a renunciar, algo que finalmente no sucede.
Comienza una relación fraternal entre dos miembros muy importantes de la Iglesia, con visiones totalmente diferentes. Hay una crisis y Benedicto tiene una mirada conservadora, dogmática, mientras que el otro es más abierto y progresista. Esto no impide que compartan muchas charlas juntos, una pizza con fanta en la Capilla Sixtina o unos pasos de tango.
Si bien el tono en general es bastante edulcorado, y por momentos hay diálogos bastante acartonados, no esquivan dos temas controvertidos: los casos de abusos en el Vaticano de los cuales estaba al tanto Ratzinger y, el rol del argentino durante la dictadura militar, cuando le dio la comunión a Jorge Rafael Videla y su relación con Emilio Massera, lo que le reclamaron sus propios compañeros de la villa 21.
Juan Minujín interpreta al Papa Francisco de joven, cuando deja a una chica para convertirse en sacerdote, y los posteriores años. Su personaje es creíble y correcto.
Se destacan la música, en especial Abba que tanto le gusta al Papa Francisco, muy buenos escenarios, por ejemplo: el director Meirelles mandó a construir una Capilla Sixtina en Cinecittà Studios, lo que demandó un minucioso trabajo artístico y de producción.
Este filme tiene comedia, drama, contrapuntos fantásticos entre dos grandes actores, y también fútbol, tango y populismo.
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Los dos Papas
Origen: Estados Unidos-Reino Unido-Italia-Argentina.
De: Fernando Meirelles.
Con: Anthony Hopkins, Jonathan Pryce y Juan Minujín.
Calificación: buena.