Show en Buenos Aires
03/11/2019 | 08:15 | El fenómeno cordobés hizo vibrar a 25.000 espectadores al ritmo de su último disco, “Homerun”. El recital contó con las presentaciones de "Toto" Ferro, Malena Villa y Lit Killah.
Paulo Londra, el referente local de la cultura musical que fusiona rap y electrónica, brindó un masivo show en la noche del sábado en el Hipódromo de Palermo.
El artista cordobés comenzó su carrera musical hace 8 años, cuando se inscribió en una competencia de freestyle.
Recién a los 19 años decidió difundir su primer simple, "Relax", que alcanzó una indiscutible popularidad y que lo plantó en la escena como alguien disruptivo.
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Este año lanzó "Homerun", trabajo que le dio dos shows agotados en la sala cordobesa Quality, dos presentaciones en Madrid y Barcelona y que lo ubicó en un Hipódromo de Palermo con localidades agotadas, sin necesidad de hacer escalas intermedias en estadios o teatros porteños.
El músico cuenta con 14,5 millones de oyentes mensuales y es uno de los nominados por la categoría Mejor Artista Joven de los Grammy Latino.
"Si estoy acá es gracias a ustedes que vienen"
Londra apareció con jean celeste y un buzo cuya capucha le ocultaba gran parte del rostro; cantó, jugó al básquet, abrazó a sus amigos, caminó de lado a lado del escenario y a veces permitió que asome un baile tímido. No dejó de agradecerle a la gente y se presentó como uno más del público.
Impulsado por un repentino ascenso en menos de dos años, el cordobés se paró frente a 25.000 personas que aprovecharon los momentos de silencio que hay en cada canción para gritar a coro el nombre del músico.
Además de improvisar una pieza de freestyle a partir de la palabra "cámara" que eligió una chica del público, Londra repasó todas las canciones de su álbum debut "Homerun", como "Nena maldición", que asumió haberle cambiado la vida y hits como "Forever alone" o "Chica paranormal", e incluyó la colaboración que hizo con Ed Sheeran, entre 25 temas.
La valoración de los fans
Adentro y afuera del predio, los espectadores compartieron elogios al cordobés, como Anabella, fánatica del artista, quien diferenció al cordobés del resto de los traperos: "No escribe canciones agresivas y eso es un valor", enunciado con el que coincidió Eliana, de 25 años, que había ido desde Tigre con tres amigos.
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No fue la única persona en mencionar como atributo de Londra su humildad. Como en el caso de Guadalupe, de 12 años, que fue acompañada de su madre, su vecino y la madre de su vecino, quien subrayó que una de las cosas que más le gustan de él, además de su acento cordobés, es que "no sea presumido".
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Los preadolescentes miraban arrobados y los adolescentes y adultos bailaban a la par; lo mismo sucedía detrás de las rejas que separan la pista de carrera de la avenida, donde por ejemplo estaba Lourdes, de 12 años, con su madre y su hermanito de dos que, imposibilitados de comprar entradas (las de campo ayer superaban los 5.000 pesos en portales de reventa y un campo VIP llegaba a la exorbitante cifra de 18.000), decidieron escuchar a la distancia, y no fueron los únicos.