Xipolitakis y Franchín, más enfrentadas que nunca

En la última gala, los participantes se encontraron con un recetario de sus mejores platos. Cada uno debía entonces intercambiar una con otro compañero y reversionarla, para luego sumarse al jurado al evaluar al participante que hubiera hecho su receta.

Fue entonces que Xipolitakis y Franchín intercambiaron recetas: la primera debía hacer el crumble de manzana de la periodista, mientras que a la vedette le tocó un caldo de mar.

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Si bien las participantes podían ayudarse durante el desafío, eso no evitó que fueran estrictas a la hora de evaluarse.

“¿La manzana donde está? De lo malo hacés algo bueno. Me gusta, pero no la veo perfecta, no le siento el gusto a manzana. Y la crema está tímida”, sentenció Xipolitakis cuando se sumó a Martitegui, Betular y De Santis.

“Por lo menos mi crema tiene canela, le puse un poco de onda”, se defendió la periodista, que recibió un siete por su preparación.

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“El mío era un caldo de mar, este parece de río sucio. Siento que no leyó el libro, no tiene gusto a nada”, dijo la periodista, lapidaria con su compañera.

“Es agua con un caldo de pescado de los que vienen en cajita. Difiere mucho del mío, para mí es un cuatro”, calificó.

“Bueno, con cuatro se aprueba”, se ilusionó Vicky, pero Betular la corrigió: en las semifinales de la competencia se aprueba con siete.

La medalla quedó para Belu Lucius, pero Xipolitakis y Franchín se sacaron chispas y deberán mejorar de cara a las finales, donde juegan con un margen de error mucho menor