Habló el árbitro del clásico: "Llegamos libres a dirigir"

La Liga Profesional de Fútbol (LPF) anunció este jueves los arbitrajes para la novena fecha, que tendrá lugar entre el martes 19 y el jueves 21, y Fernando Espinoza jugará en el partido entre Rosario Central y Newell's Old Boys, el próximo jueves 21 de julio desde las 16.30 en el Gigante de Arroyito.

“Me acabo de enterar. Es un partido en el que todo árbitro aspira a estar ahí, la felicidad me está abordando en este momento. Está entre los clásicos más importantes del país, realmente es una ciudad dividida en dos, hablo de colores y de hinchada. Que sea un espectáculo deportivo, tenemos que disfrutarlo”, declaró el referí, apenas minutos después de ser designado, en diálogo con Estadio 3 por Cadena 3 Rosario.

El encargado de impartir justicia en Arroyito contó que hay “una gran cantidad” de hinchas de Central y Newell's por todo el país y en Mendoza (donde vive) en particular. “Me van a volver loco”, bromeó.

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En esa línea, reveló que “antes de cada partido hacemos la planificación, hablamos de la situación de cada equipo, también la estrategia, como vamos a trabajar y llevar adelante el parido, que después va mutando el partido y hay que readaptarse”.

Igualmente, Espinoza aclaró: “No nos cargamos de información, llegamos libres a dirigir un partido. Preparando todo para que salga de la mejor manera. Siempre digo que el mejor arbitro es el que menos se equivoca. Trato de buscar los menores errores posibles en un partido”.

El referí también se refirió a la instalación del VAR en el fútbol local y el “proceso de transición” que se vive actualmente, pese a lo cual valoró la aplicación tecnológica en el deporte más popular del país.

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“Saber que se hace justicia deportiva, que un error nuestro no termina perjudicando a una institución, un equipo o un semestre, es una tranquilidad, no para relajarnos, pero sí que un error nuestro por posición, ubicación o no poder ver algo, se pueda transformar en justicia deportiva”, consideró.

Por último, Espinoza comparó la sensación de dirigir desde el terreno y en la oficina del VAR y explicó el motivo de la demora en las resoluciones de las jugadas polémicas.

“La tensión y el stress que genera la cabina es única, una adrenalina linda, estar ahí para tratar de subsanar el error de un compañero, le estás cubriendo la espalda. Somos árbitros de potrero y la tecnología llegó hace 15 fechas. Es distinto al disfrute en el campo de juego. Los protocolos de cabina requieren pasos que no podemos saltar. Las jugadas las vemos en el instante, a los tres segundos se repite la misma, pero por protocolo tenemos que hacer el análisis correspondiente, revisar distintos ángulos, consideraciones que el reglamento nos da”, precisó.