Boca lo perdió solo ante un Platense pragmático que tuvo a un gran Pellegrino

Boca perdió el partido solo. No supo lidiar con la adversidad, que tuvo nombre y apellido: Mateo Pellegrino, el número 9 de Platense, que se retiró extenuado, lesionado y con el gol de la victoria que significó una única diferencia, por la mínima, de una disparidad en la cancha que, en realidad, fue aun mayor a partir de lo poco y nada que pudo generar el equipo azul y oro.

"El Xeneize" redondeó una tarde gris, a tono con el día, y para el olvido. Tuvo la posesión del balón, sobre todo durante unos 20-25 minutos del primer tiempo en los cuales parecía que podía, pero de forma horizontal y sin encontrar profundidad en el área rival. Eso fue después de los embates iniciales de Platense, que generó peligro en el inicio justamente a partir de la individualidad y el peso ofensivo de Pellegrino.

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Sin embargo, después vino la expulsión de Marcos Rojo, bisagra en el partido, que se sintió recién en el complemento, porque cuando se fue expulsado el zaguero, sobre el cierre del capítulo inicial, no se terminó de configurar un mapa totalmente favorable para Platense, como sí lo fue en el segundo tiempo, donde el equipo local inclinó la cancha de forma concreta y lapidaria.

Párrafo aparte para Rojo: otra actuación para el olvido del defensor, que se ganó la amarilla torpemente al comienzo del partido, dejó a su equipo con uno menos durante más de un tiempo y terminó entrando en este nerviosismo generalizado en el cual estuvo sumido Boca a lo largo de, prácticamente, todo el partido, salvo ese ratito en el que trató de jugar, con un estilo horizontal y sin profundidad, intentando aprovechar esos espacios que casi no le otorgaba "El Marrón".

"El Calamar" estuvo muy bien parado, conociendo sus limitaciones, sabiendo a qué podía jugar y prácticamente apostando al pelotazo al "9" en el primer tiempo, que se las rebuscaba solo. Pero en el segundo, con uno más, ya diagramó otro mapa del partido.

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Fue Platense a la carga por la victoria, apoyado en Pellegrino, pero también apostando a las modificaciones: entró muy bien Luis Miguel Angulo, el chico que está a préstamo de Talleres, aportando velocidad y desequilibrio. Además, levantó su nivel Ronaldo Martínez y aportó mucha claridad Fernando Juárez en el mediocampo.

Lo terminó ganando bien Platense, ante un Boca apático que, en inferioridad numérica, se redujo a la mínima expresión en el segundo tiempo, con alguito del fútbol de Kevin Zenón y su amor propio y no mucho más, sumado a lo que pudo aportar un sólido "Chiquito" Romero, que tuvo que lidiar prácticamente solo en medio de una dupla de centrales que, hoy, estuvo muy floja.

Poco inteligente Boca, que ahora tiene que barajar y dar de nuevo y cambiar de página. Platense fue ordenado y tuvo un 9; Boca, en cambio, no tuvo casi nada y perdió el partido prácticamente solo.