El Mundo en Argentina
30/11/2018 | 10:38 |
La cumbre dejó algunas perlitas. La “guerra” entre la Bestia y la Mole; Macron sin poder zafar de los “chalecos amarillos”, Trump quejoso por la traducción y el descuido de la banda militar.
Entre las perlitas que va dejando la Cumbre del G20 en sus primeros dos días ya se pueden contar varias.
Macron y su primera impresión en Argentina
Una de las perlas se dio cuando el jueves por la noche, al arribar procedente de París, el presidente de Francia Emmanuel Macron se llevó una gran sorpresa al bajarse de su avión en Buenos Aires cuando la primera persona que vio -un empleado del aeropuerto- estaba vestida con una chaleco amarillo.
El Jefe de Estado lo saludó y estrechó su mano. El dato es que en Francia los manifestantes que protestan por el aumento de combustible y la pérdida por el poder adquisitivo utilizan chalecos amarillos para visibilizarse.
La Bestia versus La Mole
El Cadillac que transporta al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y la Aurus Kortezh de Vladimir Putin, son verdaderas fortalezas rodantes que se pudieron ver este viernes en Buenos Aires.
La Bestia es un blindado de 6,8 toneladas que fue encargado especialmente por el Servicio Secreto de los EE.UU. al fabricante General Motors. La carrocería está fabricada en una combinación de aluminio, acero, titanio y cerámica. Las puertas, por ejemplo, tienen un grosor de unos 20 centímetros, con un peso similar a las de un Boeing 757.
Vladimir Putin se mueve en una limusina de Aurus Kortezh, una nueva marca de autos fundada en Rusia y que tiene sede en Moscú.
“La Mole” costó 165 millones de euros y se especula que es movido por un conjunto híbrido, compuesto por un motor naftero V12 y una unidad eléctrica que en conjunto entregarían una potencia de entre 800 y 900 caballos de fuerza.
Mide más de 6 metros de largo y para su puesta a punto contó con la colaboración de Porsche.
La banda militar confundió al presidente chino
Cuando se abrieron las puertas del avión que llevó al presidente de China, Xi Jinping, a la Cumbre G20, la banda del Regimiento de Patricios se apostó a los lados de la alfrombra roja para tocar una canción de bienvenida al mandatario.
La primera persona bajó las escaleras y el director de la banda gritó: "Saludo al presidente de la República Popular de China". Y la banda comenzó a tocar. Pero no se trataba del Jefe de Estado sino de un colaborador.
“Te entendí más a ti que a este aparato”
Fastidiado. Así se lo vio a Donald Trump mientras Mauricio Macri le daba la bienvenida en Casa Rosada.
Incómodo con el auricular del traductor que apenas se apoyó en el oído durante las palabras de Macri y que ni bien terminadas lo arrojó al piso y dijo de mal modo: “Creo que le entendí mejor en su idioma que a través de la interpretación”.