De Francia a Córdoba, dejaron todo para ayudar a otros

Laila María y Thomas Bex son parte de una ONG Católica europea llamada Fidesco, que envía voluntarios a todo el mundo para trabajar ayudando en temas de educación. 

Desde allí los mandaron en plena pandemia a nuestro país y arribaron a la Nueva Casa del Niño en Unquillo, que actualmente alberga a unas 30 personas, todas con discapacidad: 18 varones y 13 mujeres, en su mayoría mayores de edad.

Laila María y Thomas (Foto: gentileza de Thomas BEX)

"Llegamos al país por dos años y acá nos sentimos muy bien. Nos gusta la convivencia que existe en esta casa, cada chico ayuda a otro, no hay violencia, hay mucha alegría y felicidad", contó Thomas a Flavia Irós para Diversidad.

Ninguno había trabajado con personas con discapacidad, antes, y aquí María también comenzó a aplicar una terapia que consiste en un método de integración de reflejos arcaicos.

El método MNRI, apoyar el proceso de integración de los patrones de reflejos motores primarios independientemente de la condición o edad de la persona.

Thomas (en la izquierda) y Franco, un chico de la Casa, haciendo un nuevo gallinero

"Pasamos mucho tiempo con los chicos, caminamos, charlamos, tenemos un taller de deporte, de música, de arte y bailamos. Por el día de la Bandera hicimos una fiesta y nos pintamos la cara con las bandera Argentina y la de Francia. Compartimos mucho", explicó María.

Sobre la técnica que aplica detalló: "Es un método de estimulación que viene de Estados Unidos y permite trabajar con el sistema nervioso profundo. También trabaja con movimientos rítmicos y masajes". 

Laila María trabajando con los chicos y los reflejos arcaicos. (Foto: Thomas BEX)

Además agregó que esto les ayuda a mejorar la alimentación, el cuerpo, la postura y desarrollar el "sentimiento de seguridad". "Esto es lo más importante para entrar en relación con otros", destacó.

Sin embargo lo que subrayan es la importancia de pasar tiempo con el grupo. 

"Me hace muy, muy feliz, los chicos me encantan. Al principio nos íbamos a quedar un año, pero nos encantó tanto que nos vamos a quedar seis meses más, hasta julio de 2022", adelantaron.

Laila María y uno de los chicos trabajando en la huerta (Foto: Thomas BEX)

María tiene 37 y Thomas 39, hace dos años están juntos. " Elegimos esto porque queríamos empezar nuestra pareja con solidaridad y fe, compartiendo con personas que necesitan".

"Si hacemos cosas que no son perfectas no importa, los chicos son felices", valoraron.