Alumnos durante un acto en la Escuela Normal (Foto: Facebook de la escuela)

Educar desde la diversidad

Día del Maestro: "No cambiaría nunca esta profesión"

11/09/2021 | 08:00 | Marcela Bettiol maestra en la Escuela Normal Superior Justo José de Urquiza de la ciudad de Río Cuarto. Allí han desarrollado un proyecto para atender las distintas realidades de los alumnos.

Marcela Bettiol es regente en el nivel primario de la Escuela Normal Superior Justo José de Urquiza y maestra de quinto grado del turno tarde, en esa misma institución de la Ciudad de Río Cuarto.

Junto al equipo de la institución desarrollaron un proyecto para adaptar los contenidos para estudiantes con discapacidad, sobre todo para aquellos que no cuentan con obra social.

"El trabajo de la adecuación de contenidos la hacemos con el asesoramiento de la gente de las escuelas de la modalidad y los profesionales privados que asisten a los niños", explicó.

La institución se ha propuesto atender las necesidades de la diversidad de alumnos, tanto de aquellos que tienen alguna discapacidad, como los que llegan de otras escuelas sin haber aprendido correctamente a leer y escribir, como así también los que provienen de u contexto de vulnerabilidad.

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En los casos en los que existe un diagnóstico, consultan a los profesionales y se solicita a un docente auxiliar integrador (DAI), pero en el caso de los chicos sin obra social, la cobertura garantizada por el Estado es menor que la de quien tiene una obra social.

Por eso, ante este escenario, es que desde la escuela decidieron involucrarse más para hacer un seguimiento más constante, sobre todo en las horas que no son cubiertas por el DAI.

"Depende de las realidades que toquen, hay chicos con necesidades, chicos con diferentes formas de aprendizaje o que no han tenido los estímulos que el resto de sus compañeros. Hay una brecha cultural y una brecha económica", reflexionó Marcela.

El proyecto "surgió del colectivo de la escuela y de todos los docentes, de proponer qué hacer con esta gran diversidad que viene de años y ver cómo trabajar con estos niños", planteó.

Cuando un niño se alfabetiza, aprende a leer y escribir, descubre otro mundo y ve que puede, igual que los demás

"Es un trabajo colaborativo y en equipo constante", subrayó.

Uno no cambiaría nunca esta profesión

"Estamos al pie del cañón porque uno eligió esta vocación, sin vocación no se puede ser docente", afirmó.

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"Son muchas las cosas que te reconfortan y te llenan de alegría día a día, como las c aritas de los chicos llenas de amor", cerró.