El Papa Francisco destacó el trabajo de un grupo de jóvenes con neurodivesidad

El Papa Francisco envió un cálido mensaje de aliento y felicitaciones para el equipo del restaurante “Alamesa”, el proyecto gatronómico que ya cumplió un mes desde su inauguración y que es un furor en el barrio porteño de Cañitas.

En el mismo trabajan 40 chicos y chicas neurodiversos, tanto en lo que es atención como cocina y cobranza.

“Queridos chicos y chicas, los felicito por el trabajo que hacen. Estuve escuchando todo el desarrollo del trabajo que hacen, cómo estudian, cómo se preparan... Gracias porque es un aporte a la sociedad, un aporte distinto, un aporte creativo de cada uno de ustedes. Y en ese trabajo ustedes también desarrollan su personalidad. Porque lo que da consistencia a la personalidad y lo que da dignidad siempre es el trabajo. Así que los felicito por la originalidad del trabajo, por la poesía que tiene el trabajo de ustedes y sigan adelante. No se asusten que vale la pena seguir este camino. Recen por mí y yo rezo por ustedes. Chau”, les dijo su Santidad.

/Inicio Código Embebido/

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Alamesa (@alamesaresto)

/Fin Código Embebido/

Alamesa es un restaurante impulsado por el infectólogo Fernando Polack y manejado enteramente por jóvenes neurodiversos. Es decir, personas que tienen autismo o algún retraso madurativo.

“¡Qué emoción recibir un mensaje tan especial del papa Francisco en este domingo de Pascuas! Agradecemos profundamente su gesto y sus palabras llenas de esperanza. En nombre de todo el equipo de Alamesa, queremos desearles a todos nuestros seguidores unas Felices Pascuas, que estén llenas de paz, amor y alegría. ¡Que este día tan especial esté rodeado de bendiciones para todos!”, publicaron desde las redes sociales del restaurante.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Además de Polack, en el proyecto participan Sebastián Wainstein, Raúl Borgiali y el cineasta Juan José Campanella.

El menú que ofrecen fue diseñado por el chef Takehiro Ohno, desde una cocina que no utiliza fuego, ni cuchillos, ni balanzas. Además, se sirven en una vajilla que es del mismo color que los frascos que componen los ingredientes de esa preparación.

Al lugar sólo se puede asistir con reserva y tiene también una metodología de atención que está detallada en redes sociales. Y por caso, la cantidad de comensales es limitada por cuestiones de organización.