Postales de la irracionalidad

Balance de una semana donde la política se desconectó de toda la realidad.

El tratamiento del presupuesto en la Cámara de Diputados ofreció varias postales de este divorcio de muchos políticos y gobernantes con la situación de los ciudadanos. Pero hubo más.

Veamos algunas:

El beneficio exclusivo para camioneros que la banda Moyano logró en el impuesto a las Ganancias para su gremio. ¿Y el resto de los trabajadores? Son los que van a pagar la excepción a través de más impuestos o más presión. Moyanistas agradecidos.

La nueva “tasa de seguridad aeroportuaria”. Podrán decir que son solo 250 pesos. Menos de un kilo de papas que van a pagar –podrán argumentar los defensores– los que tienen dinero para pagar y a los que 250 pesos no afectan. Lo mismo se trata de una cuestión filosófica: el Estado, lejos de ajustarse, mete más presión a los ciudadanos. Y recordemos que los pasajes al exterior tienen más en impuesto que en tarifa pura.

Un ejemplo: un vuelo ida y vuelta a San Pablo desde Aeroparque por Aerolíneas para, por ejemplo, la primera semana de noviembre cuesta de tarifa fura 189.601 pesos y de tasas e impuestos 219.719 pesos.

Veamos otras postales: las que exhiben en la pelea por la eliminación de las elecciones primarias. Adentro del gobierno, están metiendo presión –como dijimos ayer– sobre Alberto Fernández para que acepte darlas de baja. Son en agosto del año que viene. Alguien cree en su sano juicio que al común de la gente le interesa.

También pasó esta semana: el Inadi, lejos de trabajar para combatir la discriminación, se preocupa por armar un manual para decirles a los periodistas cómo deben hablar durante el Mundial de Qatar. Innecesario e irracional por donde se lo mire. Pero es Victoria Donda, a la que su jefe, el presidente Alberto Fernández, le deja hacer lo que quiera.

Podría seguir, pero quedémonos con esta diferencia:

Los políticos están preocupados en cómo llegan a las elecciones del año próximo. Los ciudadanos comunes, cómo llegan ni siquiera a fin de mes sino al día 15. Esa es la patética diferencia.