Horror en Europa
17/09/2024 | 12:50
Redacción Cadena 3
Dominique Pelicot, el hombre que fue acusado de drogar a su mujer para que la violaran decenas de desconocidos en Francia, reconoció en el juicio ser un violador y dijo que Gisèle, su esposa, "no merecía" el calvario que sufrió durante diez años.
"Soy un violador, como todos los que están en esta sala. Lo sabían todos y no pueden decir lo contrario", afirmó Pelicot, al señalar a los 50 coacusados del proceso. Según dijo, ellos sabían que su mujer se encontraba inconsciente a causa de los ansiolíticos que le daba.
Entre sollozos, el hombre habló de su infancia y de dos eventos traumáticos que asegura haber sufrido: una violación por un enfermero a los nueve años y su participación en la violación en grupo de una mujer con discapacidad, a los 14. "De mi juventud, sólo recuerdo conmociones y traumas. En 1971, se produjo este hermoso encuentro con Gisèle. Era demasiado pesado para soportarlo. Aguanté 40 años. Estaba muy feliz con ella", dijo.
Es la primera declaración de Pelicot ante el tribunal desde el inicio del juicio el 2 de septiembre pasado. Su testimonio es crucial para los otros 50 procesados, de entre 26 y 74 años, que enfrentan penas de hasta 20 años de prisión.
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Una parte de los acusados aseguran que desconocían que Pelicot drogaba a su pareja y afirmaron que pensaban que se trataba de una pareja libertina, algo negado por la víctima en su primera declaración ante el tribunal.
Por su parte, la mujer, dijo que en los 50 años que vivió con su marido no pudo imaginarse que la violara, no dudó de él "ni un solo segundo" y que tenía plena confianza en él. "Amé a este hombre durante 50 años. Habría puesto mis dos manos en el fuego por él", agregó.
"Gisèle no merecía esto", afirmó Dominique en el proceso. "Soy culpable de lo que hice. Ruego a mi mujer, a mis hijos, a mis nietos, a la señora M. (esposa de otro acusado a la que también habría violado) de aceptar mis disculpas. Pido perdón aunque esto no sea algo aceptable. (Gisèle) Ella era maravillosa. La amé 40 años y la amé mal 10 años. Nunca debí hacer eso. Lo arruiné todo. Perdí todo. Debo pagar por ello", agregó.
El principal acusado dijo que, si bien "nunca consideró a su mujer como un objeto, desgraciadamente los videos muestran lo contrario".
El caso se descubrió cuando la Policía detuvo a Dominique Pelicot en septiembre de 2020 por filmar bajo las polleras a unas mujeres en un supermercado de Carpentras. En un allanamiento en su casa, los investigadores encontraron en un disco duro cientos de fotos y videos que él había tomado durante las sesiones de abusos sexuales de su mujer drogada, a las que invitó a decenas de hombres con los que se contactó por internet.
Ese material es el que permitió identificar a poco más de medio centenar de hombres. Dominique explicó que, "gracias a esos videos se ha podido dar con quien participó" y señaló que los guardaba para tener un registro de los participantes, por el placer de contemplarlos y por "vicio".
Pelicot tenía una carpeta para cada uno de los hombres que venía a violar a su esposa y describió a todos los abusadores con nombre, edad y hasta su número de teléfono, facilitando la investigación por su meticulosidad.
Los investigadores identificaron 92 violaciones entre los años 2011 y 2020, con un aumento de la violencia sexual a partir de 2013 cuando se mudaron de París a Mazan, en el sur de Francia.
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El hombre utilizaba un sitio citas para reclutar a los violadores. "Tú eres como yo. Te gusta el modo violación", escribió a uno de sus contactos. A otros les dijo que administraba somníferos a su esposa para agredirla sexualmente con prácticas que ella rechazaba.
Psicólogos y psiquiatras describieron a Dominique Pelicot como un hombre consumido por "fantasías obsesivas" cercanas a la necrofilia y con una falta total de empatía. "Cariñoso, abuelo y padre de día, pero un violador de noche", sostuvieron las pericias.
Por un lado, se le describe como "un honorable esposo, padre, abuelo cariñoso, y un estimado amigo". Al mismo tiempo, se señala al acusado como alguien "muy manipulador, que miente mucho", dijo el psiquiatra Paul Bensussan. "Su personalidad tiene dos caras: por un lado, es un patriarca en el que sus allegados pueden confiar, pero usa la mentira y el secretismo", dijo la psicóloga Marianne Douteau.
La presencia de Pelicot en los tribunales de Francia generó expectación este martes, después de que se ausentara del proceso más de una semana por una infección renal. El proceso en su contra se convirtió en un símbolo del uso de drogas para cometer agresiones sexuales, práctica conocida como sumisión química, abriendo en Francia el debate sobre la cuestión del consentimiento.
En tanto, más de 10.000 personas se manifestaron el fin de semana en Francia al grito de "todas somos Gisèle", en apoyo a la víctima. También rechazaron que la realización del juicio fuera a puertas cerradas.
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