Diario de un confinado
09/04/2020 | 10:50 |
Adrián Cragnolini
Caían a chorros en los feriados y periodos vacacionales a los principales lugares turísticos, principalmente los costeros, que para eso España tiene playas para aburrir.
Desbordaban sus arenas, calles y restaurantes, dejaban suficiente dinero como para aguantar los meses de vacas flacas y sol esquivo.
El coronavirus vino a romper esta relación de conveniencia, ese usar y tirar entre lugareños y forasteros. Yo me aguanto tu arrogancia metropolitana, a cambio de salvar mi economía estacional.
Ahora no te quiero ver por aquí, fuera bicho, que me traes la peste.
En más de la mitad del mundo rigen cuarentenas de diferente rigor. En España, y entiendo que en Argentina es similar, el Gobierno ha recomendado limitar los desplazamientos fuera del lugar de residencia. “No son vacaciones, es confinamiento por emergencia sanitaria” imploran y también imponen desde el Presidente Sánchez hasta la enfermera de Logroño. Pero una turba de cafres (zafios, rústicos y vulgares) creyó que el llamamiento no iba con ellos, cargaron sus coches de bultos, niños y abuelos y para allá que se fueron a la segunda residencia “que pa’ eso la tenemos, coño” pensaron, henchidos de estolidez.
Pasó que muchos al llegar a destino, se encontraron con gestos contrariados y actitudes hostiles, no solo de los naturales del lugar sino de las propias autoridades. La permanencia allí a algunos se les hizo imposible. Eran vectores de contagio y en algunos casos los hospitales comarcales recibieron a más de un invasor infectado. Tuvieron que pegar la vuelta.
Otros se lo tomaron como un sorpresivo tour de la aventura: escapadas a deshoras al supermercado para no ser reconocidos y paseos furtivos por playas y bosques...libertad amenazada, libertad vigilada.
Hoy es Jueves Santo, en fechas normales, unos de los días de mayor movimiento vehicular de todo el año. Y ya verás como los tontos del volante insistirán, parodiando a Thelma y Louise para escapar de controles policiales y narrar la aventura a sus allegados.
Dada sus conductas egoístas e insolidarias, se merecerían seguir en esa película hasta el final.
¿Uds se acuerdan cómo acaban Thelma y Louise no?
COVIDIOTAS
Parece que fue The New York Times el primero en descubrir la feliz alianza lingüística, fácilmente entendible aunque no se domine el inglés.
COVIDIOT, o COVIDIOTA, define a quien no logra asumir la gravedad de esta coyuntura, la importancia de las decisiones científicas, el concepto de solidaridad, y en cambio es una usina de estupideces, de rebeldía mal entendida, de niños malcriados e irresponsables. Son el loro que se enfrenta al tren por el dominio de la vía.
VACACIONES, NUEVOS DESTINOS IRRESISTIBLES
¿Quién dijo que no podemos hacer planes vacacionales en esta Semana Santa?. Aquí les comparto ofertas de última hora.
Algunos sitios son muy españoles, pero la mayoría son de conocimiento general.
Hasta mañana!