Diario de un confinado día 3

Diario de un confinado

Día 3: Setenta balcones

18/03/2020 | 11:09 |



Adrián Cragnolini

O setenta veces siete.

Entre Baldomero y Dalmiro Sáenz no alcanza para dar una idea de la vida que han ganado centenares de ventanas y balcones en las grandes y pequeñas ciudades a partir de esta España parapetada en sus casas.

Al caer cada tarde, desde el fin de semana pasado, ventanas y balcones se llenan de aplausos en reconocimiento al feroz desgaste que está sufriendo el personal sanitario entregado a atajar esta crisis. A veces salgo a aplaudir también, porque Rosa aún no ha vuelto del hospital. Cuando está, aplaudo para afuera y para adentro.

Nos podrán arrinconar en nuestros hogares, pero las ganas de expresarnos y de mantenernos vivos no nos la quita nada ni nadie.

En estos pocos días de encierro, se asomó gente a clases de yoga, pilates y estiramientos varios, a conciertos musicales – solistas y grupales espontáneos–, cantos grupales como el "Resistiré", juegos de mesa, acertijos… y por supuesto chusmeríos!!!

Y una boda, sí amigos, una boda. Alba y Daniel iban a casarse en estos días. El estado de alerta destrozó sus planes. Pero sus vecinos no pensaron lo mismo…

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Y mi propia anécdota personal, anécdota ventanal podríamos llamarle.

Durante la primera noche del aplauso a los profesionales de la salud, un “Hola!” me llega desde el edificio de enfrente. Allí se asoma el cajero del supermercado BonÁrea que está al lado de casa. Eso había sido hasta el momento, el cajero. 

Ahora sé que se llama Alejandro, que es venezolano, que nos contamos nuestras vidas y saludamos por nuestros nombres. Y permanecemos sanos. Te va a costar jodernos, bicho maldito. Habrá foto, cuando podamos ponernos uno al lado del otro.

Atención a los balcones esta noche. A las 21 va a hablar por cadena nacional Felipe VI. Dicen que es para darnos ánimo por la pandemia. Como él es la Corona, dicen que algo sabrá…

Del lío de su padre con las cuentas suizas y la amante danesa parece que hoy no toca.

Pero hay una convocatoria por redes sociales para asomarse a las ventanas a cacerolear, para recordárselo, para hacerle saber que bajo la alfombra del COVID-19 no podrá esconder este escándalo.

Mañana les cuento…

Cuídense.

PD: la yapa del Twitter español