Diario de un confinado
21/04/2020 | 10:38 |
Adrián Cragnolini
"Nada en este mundo debe ser temido,
solo entendido.
Ahora es el momento de comprender más,
para que podamos temer menos”
Marie Curie
¿Qué aburrido que es hablar de ciencia, no?
Es más trascendente arreglar el país tomando un café, más apasionante discutir sobre fulbo, más morboso descubrir los secretos de las celebrities en aislamiento...cualquier cosa menos eso de la ciencia, qué bodrio!!
Y sin embargo, hace unas semanas que hemos entregado nuestro futuro a epidemiólogos, virólogos, neumólogos, microbiólogos, parasitólogos, alergólogos y varias profesiones con el prefijo Bio, mientras rogamos para que el sistema sanitario aguante la embestida del virus. Contamos los días para que por fin nos avisen de que hay una vacuna. O un retroviral, O algo por favor, que nos invade el miedo.
Estamos en manos de la ciencia, de la desabrida, bastante desconocida y por ello mismo cuestionada ciencia, porque es la única vía confiable de salvación de esta pandemia.
Pero la ciencia siempre estuvo aquí, entre nosotros, desde aquellos inicios rudimentarios y confusos, cuando empezó a separarse de la superchería y padeció, sigue padeciendo, la oposición de los dogmas y los prejuicios.
Mediante la observación, el razonamiento y la verificación, donde la duda constante no deja espacio a la verdad absoluta, la investigación sistemática ha dado respuestas a los grandes desafíos de la humanidad. Con el ensayo y error como método, con la superación constante como anhelo.
Era un científico aquel médico chino que advirtió de que en Wuhan se estaba diseminando un virus muy peligroso. Murió contagiado poco después, defenestrado por las miopes autoridades de su país.
A medida que se fue expandiendo letalmente por el planeta, los expertos que lo habían advertido colisionaron contra otros intereses y contra los Trump, los Boris Johnson, los Bolsonaros y los AMLOs (López Obrador), que con esa campechanía ignorante le abrieron puentes de plata a la pandemia. Algunas de sus declaraciones podrían vestir un nuevo tomo de la Historia Universal de la Infamia.
Pero la ciencia emerge por sobre esas mediocridades, aunque a veces sufra sus propios caballos de Troya. En la inteligencia, el compromiso y la constancia se basan miles de hombres y mujeres que buscan denodadamente un conocimiento que nunca se detiene.
Solo esperan de los gobiernos un apoyo sin especulaciones oportunistas, financiación suficiente, voluntad política y planificación a largo plazo.
Y de nosotros, la sociedad, comprensión y acompañamiento.
Así ellos podrán dedicarse a lo suyo, por ejemplo, sacarnos de esta pesadilla.
CUANDO LA MÚSICA ACARICIA
El diario Público está subiendo a su web una serie de interpretaciones musicales agrupadas en un festival cultural que han denominado “Abril Republicano”, una idea de Víctor Sampedro.
Al tiempo que invito a descubrir todas las obras elegidas, rescato esta versión de “Nuite Blanche”, con la voz de Paula Rey Torreiro y la instrumentación de Rubén Barros.
Puede servir además para seguir reflexionando acerca del rol de la ciencia en nuestras vidas
Hasta mañana...
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