Guerra de aranceles
11/10/2019 | 18:45 | "Hemos alcanzado un acuerdo significativo de primera fase, pero todavía no está redactado", dijo el presidente norteamericano, Donald Trump. El conflicto lleva casi un año y medio.
Estados Unidos y China llegaron a un principio de acuerdo para poner una tregua en la guerra comercial en la que se involucraron ambas superpotencias, con la consecuente amenaza de recesión para la economía global.
"Hemos alcanzado un acuerdo significativo de primera fase pero todavía no está redactado", dijo en la Casa Blanca el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, luego de una reunión con el viceprimer ministro chino, Liu He.
Trump añadió que el acuerdo puede quedar formalmente sellado en noviembre próximo en Chile, durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Poco después de conocido este anuncio, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, informó que la potencia norteamericana decidió suspender la aplicación de un plan para subir desde el 25 hasta el 30 por ciento los aranceles a las importaciones chinas, por valor de 250.000 millones de dólares, informó la agencia EFE.
Esa subida iba a aplicarse a partir del martes próximo pero quedará sin efecto a partir del acuerdo anunciado ahora.
Los términos del principio de acuerdo no fueron difundidos por ninguna de las partes involucradas, aunque los primeros informes señalan que se trata de un intento para crear un clima de comodidad en el que se pueda desenvolver la negociación, con la esperanza de completar las negociaciones antes de fin de año.
La tregua puede ser el primer paso para discutir sobre la base de los objetivos que se ha fijado cada una de las potencias y medir las concesiones que se pueden hacer.
A cambio de la suspensión de la suba de aranceles, China puede estudiar la posibilidad de aumentar su nivel de compras de productos agrícolas a Estados Unidos, mientras se suceden las negociaciones vinculadas a los asuntos de la propiedad intelectual y los efectos de la devaluación del yuan.
Desde hace casi un año y medio, China y Estados Unidos se involucraron en una guerra de aranceles por miles de millones de dólares, en su pulseada por el control de los mercados mundiales.
La puja diplomática tuvo algunos momentos en los que las partes parecían acercase, pero luego sucedió el desencanto y las relaciones entre Washington y Beijing fueron en permanente deterioro.
En agosto pasado, los entredichos alcanzaron un pico cuando Trump escribió en Twitter un mensaje de enorme repercusión, junto con un anuncio de suba de aranceles.
"Las enormes cantidades de dinero hechas y robadas por China de los Estados Unidos, año tras año, durante décadas, deberán detenerse. Se ordena a nuestras grandes compañías estadounidenses que comiencen inmediatamente a buscar una alternativa a China", escribió en aquella ocasión.
China respondió con medidas de alcance similar y explicó que se trataba de una "respuesta forzada" al unilateralismo y el proteccionismo comercial de EEUU, a la vez que emplazó a Washington a que "coopere" para "llegar a una solución aceptable para ambos y de beneficio mutuo".
Trump hizo uso de de una catarata de mensajes plagados de críticas a la política comercial china y sostuvo que su país "ha perdido, estúpidamente, billones de dólares con China durante muchos años".
"Han robado nuestra propiedad intelectual a razón de cientos de miles de millones de dólares al año, y quieren continuar. ¡No dejaré que eso suceda!", advirtió.
Pero la situación parece haberse destrabado con esta nueva de negociaciones en Washington, entre Mnuchin y Liu.
“Están sucediendo cosas buenas en la Reunión de Diálogo Comercial con China. Mejor disposición que en el último tiempo, más como en los Viejos Tiempos. Hoy me reuniré con el viceprimer ministro. ¡A todos nos gustaría ver que algo importante ocurra!”, escribió temprano Trump en Twitter, en la primera pista sobre el avance de las negociaciones.
Y después del anuncio, el lenguaje de Trump se endulzó, al punto de que aseguró que en los últimos meses ha habido mucha "fricción" entre Estados Unidos y China, pero ahora hay un "festival del amor" entre ambas potencias.