Alerta mundial
01/04/2020 | 19:38 | El gobierno de Turkmenistán -uno de los más represivos, según la ONU- asegura que no tiene infectados. Reporteros sin Fronteras denunció que se persigue a quienes hablan del tema o usan barbijos.
El presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdimuhamedow, ha dispuesto una insólita manera para disminuir el impacto del coronavirus en el país.
Según denuncia la organización Reporteros sin Fronteras, que coloca al país en el último lugar en el Índice Mundial de Libertad de Prensa, el mandatario prohibió pronunciar la palabra, por lo que se detiene a cualquier persona que converse sobre la enfermedad o use barbijos en la vía pública.
Pese a que la nación asiática mantiene fronteras con Irán, el séptimo país con más infectados en el mundo (con 48 mil contagiados, supera ampliamente al Reino Unido, que tiene 29 mil y está octavo en el ránking), el mandatario asegura que su país no tiene ningún infectado.
“Oficialmente, Turkmenistán vive una época de grandeza y felicidad, así que un problema así no puede existir”, explicó a El País el periodista Farruj Yusúpov, de la Radio Free Europe, uno de los pocos medios independientes que tiene permitido funcionar en Turkmenistán.
“Los infiltrados del Ministerio de Seguridad Nacional están por todas partes para vigilar que la gente no hable de la pandemia. Ni siquiera nosotros empleamos la palabra coronavirus en nuestras comunicaciones con nuestros reporteros para protegerles: decimos ‘enfermedad’ o ‘diagnóstico”, agregó.
Pese a que el país cerró las fronteras, suspendió el ingreso de vuelos y canceló el dictado de clases, en ninguna comunicación oficial se hace referencia a que esto se deba al coronavirus.