Alerta por coronavirus
08/04/2020 | 09:32 | La reportera Anna Fifield detalla en un artículo las medidas anunciadas por el gobierno y los primeros resultados de la cuarentena. "También hubo gestos políticos de la oposición", reveló.
La periodista del Washington Post, Anna Fifield, desarrolló en un artículo las medidas del gobierno de Nueva Zelanda no sólo para achatar la curva de contagios por coronavirus, sino directamente aplastarla.
La reportera gráfica llegó al país oceánico hace un mes proveniente de China, donde comenzó la pandemia. “Me sorprendió que las autoridades no me tomaran la temperatura en el aeropuerto. Me dijeron que simplemente me aislara por 14 días”, reveló.
No obstante, en el transcurso de su cuarentena Nueva Zelanda cerró las fronteras y la primera ministra, Jacinda Ardern, anunció un plan de alerta: el lunes 23 de marzo le dio al país 48 horas para que se preparara por un bloqueo Nivel 4.
A partir del miércoles 25, todos los habitantes fueron obligados a mantenerse en su casa durante cuatro semanas, a menos que trabajaran en un trabajo esencial -como atención médica- fueran al supermercado o hicieran ejercicio cerca de su casa.
“Poco antes de irme a la cama, mi teléfono sonó como una sirena mientras emitía la siguiente alerta de texto: ‘Actúa como si tuvieras Covid-19. Esto salvará vidas. Hagamos todo lo posible para unirnos contra Covid-19’”, precisó la periodista.
Después de alcanzar un máximo de 89 infectados el 2 de abril y luego de 10 días de las estrictas medidas, el número diario de casos nuevos se redujo a 67 el lunes y 54 el martes.
La gran mayoría de los casos pueden vincularse a viajes internacionales, lo que hace que el seguimiento de contactos sea relativamente fácil, y muchos se consolidan en grupos identificables. Debido a que hay poca evidencia de transmisión comunitaria, Nueva Zelanda no tiene un gran número de personas que abruman los hospitales y sólo registra un deceso.
“Hubo surfistas rebeldes e incluso el ministro de Salud fue atrapado andando en bicicleta para ir a la playa con su familia. Pero también ha habido un sentimiento colectivo y gestos apolíticos, ya que la oposición decidió ayudar y no criticar las medidas”, concluye el artículo.