Gorbachov y los líderes espirituales en tiempos de pandemia

El primer y único presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, destacó la importancia del papel de los líderes espirituales durante la pandemia del coronavirus. Lo hizo en un artículo para L'Osservatore Romano, periódico del Vaticano, con motivo del centenario del nacimiento del papa Juan Pablo II, que se celebra el 18 de mayo.

"El mundo está pasando por un momento difícil. Impone exigencias especiales a cada persona y sobre todo a los políticos. El papel de los líderes espirituales es también importante y de mucha responsabilidad. Espero que puedan hacer frente a esa responsabilidad, siguiendo el ejemplo inspirador del Papa Juan Pablo II", escribió el exlíder soviético.

Gorbachov también recordó sus conversaciones con el difunto pontífice y destacó que Juan Pablo II apoyaría el llamamiento a la desmilitarización, a la reducción de los gastos militares. El exdirigente ruso también señaló que la política de los Estados debería centrarse actualmente en la seguridad humana y en mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes del planeta.

Mijaíl Gorbachov, que el pasado 2 de marzo cumplió 89 años y actualmente preside una fundación dedicada a la investigación socioeconómica y política, se reunió en varias ocasiones con el papa polaco. En diciembre de 1989 visitó el Vaticano, y volvió a hacerlo en noviembre de 1990, cuando fue designado presidente de la URSS.

Días atrás, el exlíder ya había realizado declaraciones sobre la pandemia del coronavirus. Fue el 16 de abril, cuando afirmó que todos los países deberían reducir sus presupuestos militares entre 10 % a 15 % y redirigir ese dinero a la seguridad humana, según consigna el portal ruso Lenta.ru.

Anteriormente, también había realizado un llamamiento a todas las naciones a que renuncien al militarismo y revisen los fundamentos de la política mundial.

Rusia es actualmente el segundo país con más casos de coronavirus después de Estados Unidos. En total, suma 281.752 casos, en tanto que 2.631 personas han muerto por la infección, según datos oficiales.