Italia y una selección de expertos para salir de la crisis

Ayer el Indec informó que en abril la economía argentina se desplomó un 26,4% interanual y ya representa la caída de la actividad más importante en la historia.

Así, con 30 meses que llevamos de recesión, a la que se suma el efecto paralizante por la pandemia y la cuarentena, llegamos a este desplome inédito, superando el anterior récord, que fue en marzo de 2002, cuando la economía se había hundido un 16,7%.

Es decir, la caída de la actividad económica ya está en los niveles del 2001, con la diferencia de que en aquel momento el desplome se produjo a lo largo de 4 años, y ahora en tan solo un mes.

Frente a este panorama desolador, sería muy interesante tener un buen diagnóstico para saber dónde estamos parados: si es como dice el Presidente, que estamos como en el 2003 cuando empezamos a salir de la crisis, o si en cambio vamos hacia otro 2001, con lo cual estaríamos entrando a una crisis colosal.

Y a partir de ese buen diagnóstico, sería muy interesante tener un plan post-covid. Es decir, de la mano de qué actividades podríamos salir de semejante crisis.

Por lo pronto, las condiciones de este 2020 no son, ni de cerca, las condiciones de aquel 2003 cuando Argentina empezó a salir de la crisis después de una fuerte devaluación y con los precios de las commodities que nos permitieron crecer a tasas chinas.

Hoy todo eso no está.

Hace pocos días, el presidente Alberto Fernández dijo que “en no mucho tiempo más la economía va a funcionar a pleno".

Bueno, no está claro, o por lo menos no nos enteramos, cuál es el plan del gobierno para encender la economía.

Venimos diciendo desde que empezó la cuarentena que, junto con el equipo de médicos que asesora al Gobierno, debería haber también un consejo de expertos en economía.

O sea, que además de los funcionarios ocupados por la emergencia sanitaria, haya también quienes están pensando un poco más allá de la coyuntura: en el día después.

Así como fue importante ver lo que hicieron los países europeos para luchar contra el virus, también me pareció interesante ver qué están pensando para mejorar sus economías post-pandemia.

Y me llamó la atención la movida del gobierno italiano: buscó a una mente económica brillante para que forme un equipo de expertos y presenten un plan económico que saque a Italia de la crisis.

El presidente Sergio Mattarella propuso el nombre de un ejecutivo llamado Vittorio Colao para que diseñe la ruta económica que debía seguir el país a la hora de intentar superar las dificultades que enfrenta.

Vittorio Colao es hoy un economista muy respetado. Y estaba en su casa de Londres cuando lo llamaron para que presentara un plan.

Aceptó la invitación y formó un equipo de 17 expertos, entre economistas, físicos, sociólogos, psicólogos y otros perfiles.

Y elaboraron un detallado plan con más de 120 páginas y 102 ideas para sacar a Italia de la crisis.

Ya terminado el plan, se lo presentaron al Gobierno de Giuseppe Conte durante una cumbre celebrada hasta el pasado domingo en Roma en la que el primer ministro escuchó a los principales actores sociales y económicos del país para elaborar su propio plan a la hora de sacar a Italia de este atolladero.

En la hoja de ruta de Colao se encuentran 102 ideas para el corto, medio o largo plazo. Una lista larguísima: pero él ha dicho en una entrevista que se conformaría con que se llevasen a cabo sólo 40 de las propuestas.

En la entrevista con La Stampa, una de las pocas que ha concedido, Colao aseguró que ahora se retira a su huerta porque es el turno de los políticos. “Nuestra parte la hemos hecho. Queríamos ayudar al Gobierno a salir de la parálisis en la que se encuentra el país y ahora podemos decir: misión cumplida”, afirmó.

No es mi intención contarles las medidas económicas propuestas para el resurgimiento de Italia, algunas novedosas pensadas para el contexto actual y otras que incluyen viejas recetas como aplicar incentivos fiscales.

Sólo quería compartir un buen ejemplo de lo que está haciendo el mundo para pensar la salida de la crisis económica.

En Italia, por lo menos, empiezan por buscar a los mejores y les piden un plan para el día después.