Notre Dame nunca muere

La cuenta atrás comenzó al momento siguiente de apagar el incendio, en la tarde del 15 de abril de 2019. Entonces, el presidente francés, Emmanuel Macron prometió que Notre Dame nunca moriría y ha cumplido esa promesa.

Hoy ha renacido, está teñida de blanco y se ve espectacular de cara a su reapertura oficial, el próximo fin de semana del 7 y 8 de diciembre.

Notre Dame tras el incendio y ya restaurada

Ahora, más de cinco años después de aquel devastador incendio, la catedral de París ya está preparada tanto para oficiar el culto como para recibir a los miles de visitantes que cada año han pasado y, con seguridad, volverán.

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Toda Europa mira con alegría este renacimiento de uno de los grandes símbolos religiosos del continente, en una reconstrucción que ha costado más de 700 millones de euros, la mayor parte provenientes de donaciones particulares. Esta cantidad de dinero se completa con las aportaciones de madera de robles centenarios, además del trabajo de muchos artesanos que han donado una parte de su trabajo.

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Reabrir Notre Dame es un gran orgullo para todos y así lo compartiremos en la fiesta del sábado, 7 de diciembre a la que asistirán una buena parte de los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea y, ya el domingo con la primera misa solemne.