Mundo en guerra

Qué implica el corte de ayuda de EE.UU. a Ucrania

04/03/2025 | 10:32

Implicancias y consecuencias en un contexto de tensiones geopolíticas, después de la discusión entre Trump y Zelenski.

Redacción Cadena 3

La decisión de Estados Unidos de suspender temporalmente la ayuda militar a Ucrania, anunciada tras una agria discusión entre el presidente Donald Trump y su par ucraniano, Volodímir Zelenski, marca un punto de inflexión en el conflicto que Ucrania libra contra Rusia desde 2022.

Este giro político, que afecta un paquete de asistencia valuado en más de mil millones de dólares, no solo pone en jaque la capacidad de resistencia de Kiev frente a Moscú, sino que también reconfigura el tablero geopolítico mundial, con Europa como espectador clave y Rusia como potencial beneficiaria.

La medida, tomada tras una reunión de alto nivel en la Casa Blanca el pasado lunes, paraliza el envío de armamento y equipos que ya estaban en camino, incluyendo arsenales almacenados en Polonia listos para su entrega.

Según fuentes del Pentágono, esta decisión responde a la exigencia de Trump de que Ucrania demuestre un "compromiso de buena fe" en las negociaciones de paz con Rusia, un proceso que el mandatario estadounidense busca liderar de manera directa con el presidente ruso, Vladimir Putin.

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Trump y Zelenski, días pasados en la Casa Blanca

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Para Ucrania, la suspensión significa una amenaza inmediata a su capacidad militar. 

Desde el inicio de la invasión rusa, Estados Unidos fue su principal proveedor de armamento, con un total de 175.000 millones de dólares aprobados por el Congreso desde 2022.

Sin esta asistencia, expertos como Samuel Ramani, del Royal United Services Institute, advierten que el ejército ucraniano podría enfrentar una "crisis total", especialmente ante la incapacidad de Europa para compensar el vacío dejado por Washington en el corto plazo.

Además, la medida corta el acceso a tecnologías clave, como los sistemas Starlink de Elon Musk, esenciales para las comunicaciones en el frente.

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Más allá de lo militar, la decisión tiene un fuerte componente simbólico. Representa un alejamiento de Estados Unidos como garante de la soberanía ucraniana, un rol que había asumido bajo la administración de Joe Biden.

Y sugiere, además, un cambio en la política exterior estadounidense hacia una postura más pragmática y menos comprometida con los principios democráticos que habían sostenido la alianza con Kiev.

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Consecuencias potenciales

Las repercusiones de esta suspensión son múltiples y de largo alcance.

En el ámbito militar, Ucrania podría verse forzada a ceder terreno ante Rusia, que, según analistas, aprovecharía el momento para intensificar su ofensiva mientras negocia desde una posición de fuerza.

El Kremlin, que ha mantenido silencio oficial sobre el tema, ve en esta ruptura entre Washington y Kiev una oportunidad para consolidar sus ganancias territoriales y presionar por un acuerdo favorable.

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Ucrania devastada por la guerra: paisaje de Kiev

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Políticamente, la decisión debilita a Zelenski tanto en el frente interno como internacional. 4

Tras el enfrentamiento público con Trump en el Salón Oval el pasado viernes, donde el líder estadounidense lo acusó de "jugar con la Tercera Guerra Mundial" y de no buscar la paz, el presidente ucraniano enfrenta un dilema:

Ceder a las presiones de Trump y aceptar un alto el fuego en términos desfavorables.

O resistir con recursos menguantes y el respaldo limitado de Europa.

En Kiev, figuras como el exdiputado Dmitro Razumkov calificaron la situación como "casi imposible" de revertir en el corto plazo.

Para Europa, el corte de la ayuda plantea un desafío existencial. Líderes como Keir Starmer (Reino Unido), Emanuel Macron (Francia) y Pedro Sánchez (España) han reiterado su apoyo a Ucrania, pero la falta de coordinación y capacidad militar suficiente para reemplazar a Estados Unidos pone en duda la viabilidad de un "plan B".

La cumbre de Londres del domingo pasado intentó esbozar una estrategia conjunta, pero las divisiones internas —con países como Hungría e Italia mostrando posturas más tibias— complican el panorama.

Trump-Putin… y Zelenski

El trasfondo de esta decisión está íntimamente ligado a la dinámica entre Trump y Putin.

Desde su retorno a la Casa Blanca, Trump ha dado señales de acercamiento a Moscú, que incluyen conversaciones telefónicas con Putin y la suspensión de operaciones cibernéticas contra Rusia.

Esta postura contrasta con su creciente hostilidad hacia Zelensky, a quien considera un obstáculo para su objetivo de negociar una tregua directamente con el líder ruso.

Trump elogió en varias ocasiones la fortaleza de Putin, mientras que cuestionó la legitimidad y utilidad de Zelenski, icuyo ciclo político consideró " terminado".

La reunión del viernes pasado en Washington encapsuló estas tensiones. Lo que comenzó como un encuentro para discutir un acuerdo económico sobre la explotación de minerales ucranianos derivó en un enfrentamiento público.

Trump y su vicepresidente, JD Vance, reprocharon a Zelensky su resistencia a un alto el fuego inmediato y su insistencia en garantías de seguridad, mientras el líder ucraniano defendía que la paz no puede basarse en concesiones a un agresor que ha violado acuerdos previos.

El choque culminó con la expulsión de la delegación ucraniana de la Casa Blanca y la cancelación de los planes de firma del acuerdo, un acto que Trump justificó porque Zelensky "no está listo para la paz".

Un futuro incierto

La suspensión de la ayuda estadounidense deja a Ucrania en una posición crítica, con Rusia fortalecida y Europa ante la presión de asumir un rol que no está plenamente preparada para desempeñar.

Mientras Trump busca imponer su visión de "paz a su manera" —potencialmente a costa de la soberanía ucraniana—, el mundo observa si este giro marca el inicio de un nuevo orden geopolítico donde las alianzas tradicionales se desdibujan.

Para Kiev, el reloj avanza rápido, y las opciones se reducen: negociar bajo coacción o luchar con las manos cada vez más vacías. 

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