Rumbo a Santiago de Chile
07/10/2023 | 16:20
Redacción Cadena 3
Jorge Parodi
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Juegos Panamericanos 2023: un nuevo desafío para el deporte argentino
Por primera vez en su historia, Santiago de Chile será la sede desde el viernes 20 de octubre hasta el domingo 5 de noviembre de la XIX edición de los Juegos Deportivos Panamericanos.
Se trata del evento polideportivo más importante del año. Contará con la participación de 41 países de América y más de 7000 deportistas.
Se disputarán 39 deportes y 59 disciplinas, de las cuales 33 otorgarán la clasificación a los Juegos Olímpicos de París del año próximo, 21 en forma directa y los 12 restantes con marcas mínimas y puntos para los diferentes rankings que determinan las plazas establecidas.
Para Chile significa organizar el evento de mayor magnitud de toda su historia deportiva, después del Mundial de fútbol de 1962.
El escenario principal será el Parque del Estadio Nacional ubicado en Ñuñoa, que albergará 20 actividades deportivas.
La Villa Olímpica emplazada en la zona del Parque Bicentenario de Cerrillo albergará en sus 17 torres y 1355 viviendas, las ilusiones de los deportistas, entrenadores y dirigentes.
Algunos deportes como el handball y el fútbol tendrán lugar en Valparaíso y Viña del Mar.
En el programa deportivo se destacan como novedad los deportes urbanos que tienen la intención de atraer a los más jóvenes, con el debut del breaking, la escalada deportiva y el skateboarding. En los tres casos se trata de deportes olímpicos.
En los últimos Juegos de Lima 2019 Argentina terminó en el quinto lugar del medallero general con 101 preseas, de las cuales 33 fueron de oro.
Cuatro años después, en los primeros Panamericanos post Pandemia y como consecuencia de la profunda crisis económica que sufre nuestro país, con un presupuesto devaluado y un apoyo insuficiente, las expectativas son más acotadas, más modestas para la delegación Argentina.
Esta vez no contará en natación, tras su precoz retiro, con la presencia de Delfina Pignatiello (tres oros en Lima 2019), ni con el fútbol masculino que no clasificó después de su floja actuación en el Sudamericano Juvenil de Colombia.
La principal apuesta se encuentra en los deportes colectivos, algunos de los cuales otorgan plazas para los Juegos Olímpicos.
Es el caso del Hockey masculino y femenino (en ambos Argentina es el actual campeón), el handball masculino donde Argentina defiende el título y el Rugby 7 donde Los Pumas lograron el pasaporte a Paris 2024 y la medalla de bronce en Tokio.
A ellos se suman el equipo alternativo de basquetbol masculino, ambas selecciones de voley, y el tenis con algunas figuras que irán por una medalla.
El olímpico Agustin Vernice en canotaje, Lucas Guzman en taekwondo, el cordobés José Torres (“El Maligno) en BMX freestyle, Macarena Ceballos en natación, Fernanda Russo en tiro y nuestros representantes en Pelota vasca, vela, boxeo, remo y judo, sostienen las esperanzas de una participación digna del equipo nacional.
La juventud de la nadadora Agostina Henin, de sólo 15 años y ganador de una medalla en el reciente Mundial juvenil, y la tenista cordobesa Luciana Moyano, de 17, será acompañada por legendarios deportistas que quieren seguir sumando éxitos, como la inoxidable Cecilia Biagioli en Aguas Abiertas en sus quintos juegos, el santafesino German Chiaraviglio en salto en garrocha con 36 años, y la palista Sabrina Ameghino , una de las abanderadas de la delegación junto al rugbier Marcos Moneta.
Ameghino, con 43 años, participa por sexta vez de los Panamericanos, es mamá, y suma 9 medallas desde Winnipeg 1999, junto al ciclista Walter Perez son los máximos ganadores de preseas para Argentina en toda la historia de la competencia, desde la primera edición realizada en Buenos Aires en 1951.
El deporte amateur argentino no escapa de la realidad de la Argentina, con limitaciones en cuanto al apoyo económico y la falta de una política de estado, más allá del gobierno de turno, que lo sostenga y lo oriente.
La mencionada realidad para nada es comparable, por ejemplo, con la del fútbol profesional y la Selección de nuestro país.
Por eso la expectativa deberá ser medida y realista, alejada del exitismo que nos caracteriza. Eso no significa, ni mucho menos, dejar de confiar en el coraje y la personalidad que distingue a nuestros deportistas, más allá de cualquier dificultad.
En los próximos días se encenderá en el Estadio Nacional de Santiago de Chile el fuego Panamericano, ese mismo fuego que habita en el corazón de cientos de deportistas argentinos, que trabajan y sueñan con la gloria deportiva desde el 20 de octubre próximo detrás de las cordilleras.
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