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24/10/2011 | 05:55 | A la Sub-22 albiceleste le costó 79 minutos anotar el único gol del partido a cargo del volante central Matías Alejandro Laba. Los antillanos marcaron la gran sorpresa del fútbol de los Juegos.
La selección de Argentina se impuso a duras penas 1-0 a la de Cuba ayer en la tercera y última jornada del fútbol masculino de los Juegos Panamericanos de Guadalajara-2011 y garantizó su presencia en las semifinales como primera del Grupo B.
A la Sub-22 albiceleste le costó 79 minutos anotar el único gol del partido a cargo del volante central Matías Alejandro Laba.
Cuba, que tuvo el apoyo incondicional del escaso público del estadio Omnilife, se despidió de Guadalajara confirmando que el inédito empate a cero que consiguió el viernes contra Brasil no fue fruto de la casualidad.
La Sub-22 cubana salió en esta ocasión a esperar en su cancha a los argentinos y así dejarles sin espacios para desplegar su mejor arma, el contragolpe.
Ese planteamiento más conservador fue motivado por "el desgaste físico de los jugadores en los dos partidos anteriores, que fue muy grande", admitió en rueda de prensa el técnico Alexander González.
La estrategia dio resultado ya que esta Argentina no se siente cómoda cuando debe generar juego.
Su futbolista más dotado para llevar la manija, el cinco de River Plate Ezequiel Cirigliano, ha sido ubicado como enganche para explotar su fuerte disparo pero ante Cuba sólo pudo ejecutarlo en un balón que estrelló contra el poste.
Los delanteros estuvieron demasiado estáticos y faltos de puntería y sólo pudo anotar el volante Laba al culminar una buena combinación en el balcón del área.
De cara a las semifinales, se antoja vital la recuperación del punta Sergio Araujo (Boca Juniors), expulsado en el debut ante Brasil tras marcar el gol del empate a uno.
Los caribeños, que necesitaban una carambola para clasificar, no fueron este domingo tan osados como ante Brasil, aunque de nuevo intentaron cuidar el balón y no recurrir al pelotazo.
Sus llegadas más peligrosas provinieron otra vez de las botas del decidido extremo Maikel Chang.
Pero fue el ariete Heviel Cordoves quien dio más trabajo al arquero Andrada en tres potentes disparos, sobre todo uno en el tiempo añadido que pudo despejar Pezzella en la boca de gol cuando se cantaba el empate a 1.
El técnico cubano no se escudó en esta desafortunada acción y consideró que "Argentina mereció tranquilamente la victoria".
"Hubiera sido muy injusto" el empate, coincidió el técnico argentino Walter Perazzo, ex jugador de Boca Juniors, quien también pidió repensar el esquema de este tipo de torneos cortos para evitar que se disputen tres partidos en cuatro días con tan altas temperaturas y en un césped sintético.
Los rioplatenses concluyeron la primera fase como líderes del Grupo B, cuya segunda plaza se disputarán este domingo Costa Rica y Brasil, a la que sólo le sirve una victoria. Cuba, que se fue ovacionado, cerró última con un punto.
Sobre sus posibles rivales de semifinales, Perazzo apuntó que preferiría evitar a México por su condición de local.