La Mesa de Café
12/11/2019 | 09:34 | Sucedió en Bariloche. Un tío estaba acusado de abusar de sus dos sobrinas. Se tramitó bajo el antiguo sistema procesal y demoraron cuatro años para llevarlo al banquillo.
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Estos casos originaron la Ley Piazza (Por Miguel Clariá)
Algo inédito sucedió en Bariloche: un acusado de abuso sexual no pudo ser condenado porque la Justicia se demoró en citarlo a juicio oral y la causa prescribió.
La causa se tramitó con el viejo sistema procesal y, cuando el acusado se sentó en el banquillo, su defensor Marcos Miguel le advirtió al tribunal que ya habían pasado cuatro años entre la citación y el juicio por lo que la causa había prescrito.
El fiscal Martín Lozada admitió que la acción estaba prescrita y el tribunal determinó que estaba impedido de dictar sentencia.
"En el mundo de la Justicia el tiempo es oro. Para mantener viva una acción penal, la ley ha fijado límites, salvo para delitos de guerra o lesa humanidad. En Argentina todos los delitos prescriben al máximo de la pena, nunca mayor de 12 ni menor a 2 años. En los casos de homicidio calificado, ese plazo aumenta a 15 años", dijo a Cadena 3 Marcelo Altamirano, fiscal de cámara y autor del libro "Delitos sexuales en la infancia".
Según participantes de este procedimiento, hubo "una serie de desaciertos” en la causa, que incluyeron varias suspensiones del juicio por cambios de defensores, fiscales y jueces, que contribuyeron a prolongar los plazos hasta la prescripción. Y aseguraron que dieron las explicaciones sobre lo que había pasado a las víctimas.
En 2011, se sancionó la Ley Piazza que determinó que la prescripción de los delitos en contra de los niños comienza a correr a partir de los 18 años.
"Si alguien denunciaba, el plazo de la prescripción no corría desde la mayoría de edad, sino desde la denuncia", dijo Altamirano y agregó: "En octubre se volvió a corregir. Ahora se suspende la prescripción hasta que la víctima cumpla la mayoría de edad y hasta que haga la denuncia o ratifique la que hicieron sus representantes legales. Por lo tanto, hoy son delitos prácticamente imprescriptibles".
Sin embargo, esta nueva modificación tiene otro bache legal que es que no se aplica de manera retroactiva y, por lo tanto, muchos casos quedaron sin posibilidad de Justicia.
Al ser consultado sobre si en el caso de Bariloche podría denunciarse a la Justicia por negligencia, explicó: "Habrá responsabilidad si se comprueba eso. Por ejemplo: si la denuncia ingresa a la Fiscalía y no le dan trámite porque están excedidos de trabajo".
Para Altamirano, los frutos de la actualización de las leyes serán vistos por las futuras generaciones.
"Estamos en buen camino. El TSJ es muy estricto y las causas como estas tienen prioridad de enjuiciamiento al igual que los casos de violencia de género. La idea es que los niños vivan felices y libres de los depredadores sexuales", dijo.
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