El médico epidemiólogo cordobés, Hugo Pizzi, advirtió que el país se encamina hacia una nueva ola de coronavirus y señaló que se debe, además de la llegada del frío, sobre todo al relajamiento de las medidas sanitarias y a la falta de vacunación por parte de la población.
En diálogo con Cadena 3 en el marco del ciclo “La Argentina, hoy”, que se emite los miércoles en el programa “Informados, al regreso”, entre las 19.30 y las 20.30, y cuenta como entrevistadores a los periodistas Sergio Suppo, Luis Fernández Echegaray y Rodrigo Ipolitti, Pizzi detalló que “hoy estamos en una etapa de transición epidemiológica”, pero remarcó que “el virus nunca se fue”.
En ese marco, el especialista lamentó que se estén venciendo lotes de vacunas, instó a los ciudadanos a inmunizarse y negó categóricamente que los casos graves de hepatitis, aparecidos recientemente, tengan que ver con las dosis contra el coronavirus.
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A continuación, las frases destacadas de la entrevista:
El virus nunca se fue.
Hoy se vive una transición epidemiológica, pero el virus quiere persistir y seguir haciendo daño.
Todos los especialistas están de acuerdo en que vamos a tener una nueva ola, pero no puedo asegurar la dimensión de la misma.
El haber dejado de lado las herramientas que nos salvaron, como el barbijo y la vacunación, no nos va a ayudar en absoluto.
Hoy prevalece el sublinaje 2 de la variante Ómicron (BA.2) y ya tenemos internados por el mismo.
En el país, aún hay cuatro millones de personas con una sola dosis y casi 10 millones con dos.
Las vacunas se están venciendo.
A ese grupo de cuatro millones con una dosis, les mandamos mensajes por WhatsApp, mail, Ciudadano Digital y ninguno respondió. Priman la indiferencia, la indolencia y la indisciplina.
Para pasar un buen invierno, hay que tener las tres dosis contra el coronavirus, la antigripal y usar el barbijo en lugares cerrados, como ascensores, teatros, cines y transporte.
Deberíamos hacer lo mismo que Francia e Inglaterra: no se puede realizar ningún trámite si no se muestra el carné de vacunación en tiempo y forma. Tendríamos que llevar adelante una política similar a la que hay con los viajeros.
No hay relación entre la vacunación contra el coronavirus y los casos graves de hepatitis de origen desconocido. Algunos les quieren echar la culpa a las vacunas hasta de los problemas amorosos.
De los 238 casos mundiales de esta hepatitis agresiva, en 70 de ellos se halló un adenovirus que se piensa, se estudia, se sopesa y se cree que puede ser el responsable por haber estado tanto tiempo guardado, pero por ahora es un misterio.
Para mí, el coronavirus ha sido una tragedia. En 52 años como médico, me tocó estar en el Amazonas con la epidemia de paludismo, llevé el protocolo argentino a la de ébola, trabajé con el virus H1N1, pero esto que he vivido ahora es algo espantoso.
Ha habido 130 mil muertos en el país. Es como si hubieran desaparecido ciudades y pueblos enteros.
He quedado muy golpeado. Esta situación ha mellado mi salud. Para mí, ha sido algo terrible. Por eso, cuando veo la indiferencia, me duele.
Hipócrates, padre de la medicina, decía, más de 350 años antes de Cristo, que no hay peor elemento en una epidemia que el indiferente. Es lo más miserable que puede existir en una epidemia.
Lo que notamos en todos lados es desidia.
Hemos ganado tiempo para la próxima epidemia, porque ésta no será la última.
Mientras el hombre siga agrediendo la naturaleza y sacando cabos ecológicos, los animales no vienen solos, sino con virus y bacterias. Los chinos iban a la selva y sacaban a los murciélagos y se los comían. Hay que frenar la frontera agrícola y reforestar.
Hace 35 años que los países asiáticos usan barbijos. Tenemos que aprender algo.
El barbijo es una barrera infranqueable hasta por el mal aliento, que puede traer bacterias.
Las combinaciones de marcas de vacunas nos dieron un resultado mejor que usar homogéneamente la misma.
La mayoría de la gente que no nos ayudó, cuando le faltó el aire acudía presurosa a pedir auxilio.
La gente que ha muerto lo ha hecho con falta de aire. Es una muerte espantosa. No es razonable que todos se arriesguen a semejante barbaridad por no usar una vacuna.
Hay que confiar en las vacunas: nos sacaron del Medioevo.
Creo que hay que exigir el carné de vacunación completo. Prefiero ser antipático y no firmar certificados de defunción.
La cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus refuerza, solidifica y estabiliza. Es bueno ponérsela.
Entrevista de Sergio Suppo, Luis Fernández Echegaray y Rodrigo Ipolitti.