De agente de viajes en Buenos Aires a decorador de interiores en España

Gustavo Novo, un porteño de Caballito, lleva 24 años en España, donde ha forjado una vida en el ámbito de la decoración de interiores. Lleva más dos décadas viviendo en la comunidad de Madrid con su familia, y la fotografía es su pasión y su entretenimiento preferido.

Se define como un “extranjero eterno”, síntesis de la convivencia entre las raíces argentinas de las que se alejó en busca de horizontes más promisorios y de su vida española a la que se integró parcialmente.

Gustavo llegó a España tras un periodo difícil en Argentina, marcado por el "corralito". "Me sentí expulsado", confiesa, aunque con el tiempo ha logrado reconciliarse con su país natal. "El tiempo va limando sentimientos", reflexiona sobre su evolución emocional tras años de ausencia.

Su trayectoria laboral en Argentina comenzó en el turismo, ya que era agente de viajes, pero al llegar a España se vio obligado a adaptarse y trabajar en diversos sectores, incluyendo una grúa. Recuerda anécdotas curiosas de su trabajo: "Una vez tuvimos que recoger un coche con un hombre desnudo adentro", narra entre risas.

Con el tiempo, gracias a un vecino que le propuso ayudarle con cortinas, Gustavo se adentró en el mundo de la decoración. "Comencé ayudándolo y me presentó a proveedores", relata. Hoy, dirige su propia empresa, con un 90% de su clientela proveniente de recomendaciones.

Gustavo también comparte su amor por la fotografía, un hobby que le permite escapar del bullicio de la vida diaria. "La fotografía te protege del mundo", dice sobre su pasión por la fotografía nocturna.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

En cuanto a su vida familiar, Gustavo vive en Leganés con su esposa y sus tres hijas. "Mi casa es femenina", bromea, refiriéndose a su entorno familiar. A pesar de las dificultades de emigrar, Gustavo concluye: "Emigrar no es fácil, pero si uno tiene el pensamiento de hacerlo, lo tiene que hacer".

Entrevista de Adrián Cragnolini.