Diablo Etcheverry: "Riquelme fue el último gran 10"

Casi como una verdad irrefutable, Marco Antonio Etcheverry es considerado el mejor jugador de la historia del fútbol boliviano; emblema de una camada que clasificó a su país por única vez a una Copa del Mundo.

El “Diablo”, apodo que surgió a raíz de las caricaturas que le dedicaba un diario boliviano por su endiablado estilo de juego, habló con La Central Deportiva (Cadena 3 Santa Fe FM 101.7) y se refirió a ese momento irrepetible. “Los jugadores que clasificamos a Bolivia a un Mundial podemos irnos tranquilos a la tumba porque hicimos feliz a un país”, aseveró el hombre nacido hace 49 años en Santa Cruz.

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Sin embargo, para Etcheverry, ese hito coincidió prácticamente con un hecho bisagra en su carrera. En la previa a EE.UU. 94, jugando para el Colo-Colo, se rompió los ligamentos cruzados. En su mejor momento, un baldazo de agua fría. “Cambió mi mundo y mi fútbol”, aseguró al reconocer que el entrenador de la selección, Xabier Azkargorta, lo llevó al Mundial como un premio. “No estaba en condiciones para jugar”, detalló el futbolista que, como si fuera poco, duró menos de cinco minutos en el partido inaugural con Alemania, porque vio la tarjeta roja en una falta absolutamente evitable. “Después de ese partido, pasaron 5 meses hasta que pude volver a jugar. Arriesgué mucho porque amaba estar en un Mundial”, describió.

Esa lesión jugando para el club colocolino, no sólo lo perjudicó en la Copa del Mundo, sino también en otro sueño que quedó inconcluso. El propio “Diablo” lo contó: “Cuando Real Madrid va a jugar a Chile, el DT Benito Floro (ya lo había dirigido en el Albacete) me llama al hotel donde se hospedaban y me hace parte de la delegación por unos días. Su intención era llevarme al Real Madrid B y después subirme, pero justo me lesioné”.

Etchverry se declara muy fanático del fútbol argentino. Incluso revela, aunque aclara que nunca supo si fue cierto, que hubo un supuesto interés de Boca Juniors por sus servicios. “Antes de ir a Colo-Colo, el gerente de Bolivar me dijo que además había dos ofertas, una de Barcelona de Ecuador y otra de Boca, pero era la que menos dinero le ofrecía al club”, explicó. Pese a eso, y a su amistad con Marcelo Gallardo (fueron compañeros en el D.C. United de la MLS), se declaró hincha del xeneize y sus jugadores íconos. Primero, para el Diez: “Maradona es mi ídolo máximo”, lanzó al aire mientras agradeció poder haber compartido algún partido amistoso con Diego. Y el segundo elogio fue para Juan Román Riquelme, a quien calificó como “el último gran 10 del fútbol”.

La admiración por el fútbol albiceleste llega hasta el punto de no ponerse colorado en decir que la nuestra, es la mejor de las competiciones. “Las ligas más caras pueden estar en otros lados, pero la mejor liga es la argentina”, sentenció. No obstante, dentro de la ponderación, hubo lugar para la crítica. “Los argentinos son muy ganadores pero tienen poca paciencia. Cuestionan hasta a Messi. Deberían disfrutar más lo que hacen sus futbolistas. Juegan todos los mundiales cada 4 años. Nosotros todavía celebramos el aniversario de la única vez que clasificamos”, concluyó.