Gigena: "Cuando pasé a Colón me rayaban el auto a cada rato"

Darío Alberto Gigena tiene en su larga carrera la particularidad de haber jugado en muchos clubes que son rivales entre sí. No lo hizo una vez, sino tres. Algo complicado de imaginar en estos tiempos.

Profesionalmente, el Topo nació en Belgrano, en la temporada 1996-97. Sin embargo, dos años después se calzaría la camiseta de Talleres y se consagraría campeón de la Copa Conmebol con un equipo que, según sus dichos, “le jugaba de igual a igual a cualquiera”.

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La historia de cruzarse de vereda volvería a repetirse. En 1998 jugó para Unión de Santa Fe, club al que dos años después le convirtió un gol en un clásico, defendiendo los colores de Colón. Como si fuera poco, en su incursión por el fútbol colombiano, jugó para el Deportivo Pereira y luego para su gran rival, el Once Caldas.

En diálogo con La Central Deportiva (Cadena 3 Santa Fe FM 101.7), el ex delantero habló de eso que, para muchos, podría representar una falta de códigos. “Siempre fui respetuoso de los equipos en los que estuve. Muchos hinchas de Belgrano y Unión quedaron ofendidos, pero la carrera de un futbolista es corta y hay que aprovecharla”, explicó.

Esos cambios de camisetas, a veces le depararon malas vivencias. Sin embargo, ahora las recuerda con humor. “Cuando pasé a Colón, el mecánico estaba chocho, porque cada dos por tres me rayaban el auto. En Córdoba, cuando vine a Talleres, me pintaron la casa”, relató.

En ese sentido, Gigena aclaró que deportivamente tuvo mejor rendimiento en Unión, aunque es recordado con más cariño por los rojinegros. “Los goles en los clásicos quedan para toda la vida”, sostuvo el cordobés. De eso sabe también. No sólo por el tanto que hizo en el derby santafesino. En el Ponte Preta de Brasil hizo un hat-trick en un clásico ante Guaraní. Hasta hoy la hinchada lo recuerda con una canción dedicada al Topo.

Su vínculo con la entidad sabalera también quedó plasmado en otro tramo de la entrevista. “En la final de la Sudamericana hice fuerza por Colón. Estaba en Brasil en esa época y me faltó poquito para ir a Paraguay a apoyarlo. La hinchada se merecía la Copa”, afirmó.

Por último, el oriundo de Arroyito habló del lugar donde peor la pasó. Con la trayectoria de un verdadero trotamundos (jugó en España, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela), paradójicamente, en el club donde pudo hacer una buena diferencia económica, fue donde menos alegrías recogió en el césped. “Cuando llegué a Rayo Vallecano, el DT era Josu Ortuondo y me dijo: “Chaval, no sé quién eres. Yo no te pedí”. Fue un recibimiento inesperado”, describió Gigena.

La relación no mejoró y recordó que en un partido ante el Osasuna, cuando perdían 3 a 0, lo puso los últimos 20 minutos. “Antes de entrar, me dice: ‘Demuéstreme de qué está hecho y de vuelta el resultado’. Creo que toqué dos pelotas”, detalló. “Nos forreaba a mí, al Coco Ameli y a ‘Cari Cari’ Noriega (un venezolano con el que también jugó en Unión)”, agregó.

Pese a eso, la estadía en España le permitió conocer a alguien al que calificó como un crack: Julen Lopetegui. En ese momento, el actual técnico del Sevilla y ex entrenador de España y del Real Madrid, era el arquero del Rayo. “Yo vivía en Madrid pero entrenábamos en Vallecas. Me tomaba dos subtes para ir. Cuando Lopetegui se enteró, me empezó a buscar todos los días por mi casa. Es un tipazo. Se merece todo”, sentenció. Consultado sobre si le agradeció el gesto de alguna forma, el Topo dio a entender que le enseñó a tomar mate… y fernet.