Lamboglia: “La grieta existía, no se hizo pública por miedo”

Florencia Lamboglia junto a un grupo de atletas activaron una bomba que iba a explotar en cualquier momento. La decisión del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) de recortar gastos y bajar del avión a muchos atletas del Sudamericano de Guayaquil desató un escándalo político y a su vez la solidaridad de muchos, motorizada por un influencer. Antes de viajar a Ecuador, la velocista habló con La Central Deportiva por Cadena 3 Santa Fe (FM 101.7) y disparó sin filtros.

“Todo fue una locura. El martes nos dieron el okey y viajábamos todos y el jueves éramos sólo diecisiete. Nadie nos daba una explicación. Fue un manoseo muy grande”, explicó la atleta que ganó tres medallas de oro en el 100° Campeonato Nacional de Mayores realizado en diciembre pasado en Rosario. Florencia fue la encargada de visibilizar el problema al que se sumó el respaldo de la Confederación Argentina de Atletismo. “Me hago cargo del reclamo, porque nunca en los años que llevo representando a la selección me pasó algo como esto”, expresó.

Vale recordar que el Sudamericano en principio se iba a realizar en Buenos Aires del 14 al 16 de mayo; por lo que al ser locales era más fácil que muchos deportistas pudieran participar. Al trasladarse el campeonato a Guayaquil por las restricciones sanitarias, la delegación de más de 60 atletas se redujo primero a 42. Sin embargo, el ENARD siguió achicando gastos y explotó el escándalo cinco días antes del vuelo: “No es una guerra contra el ente. Sólo queremos las cosas claras y justas. Que nos acompañen porque la mayoría de los atletas no vive de esto”.

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A la mala noticia le siguió una ola de solidaridad encabezada por el influencer Santi Maratea, que lanzó una campaña de donación para juntar el dinero necesario para que pueda viajar la delegación completa a la competencia, en la que muchos participantes buscan su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio o para los mundiales de cada especialidad. En 24 horas, recaudó lo necesario y como si fuera poco (además de grave), consiguió el vuelo por un precio 60 mil dólares menor al del presupuesto oficial. “Santi es un fuera de serie. Hoy se hisopó y va a viajar con nosotros a Guayaquil. No alcanza con decirle gracias. Hay que embalsamarlo y ponerlo en la mesita de luz”, afirmó Lamboglia. También agradeció las muestras de apoyo: “Hay gente sin trabajo que nos mandó mensajes diciendo que donaba sus últimos centavos. Hubo transferencias de hasta 1 peso”.

Por otra parte, también se refirió a la polémica argumentación que hizo el ENARD sobre el recorte, basada en el nivel técnico de los competidores. Los mismos a los que días antes les habían garantizado el viaje. “Varios dirigentes hablan por detrás y ni siquiera saben quiénes somos. Dicen que no tenemos nivel y dentro del equipo hay campeones y récords sudamericanos”, manifestó enojada. Consultada sobre si tenía miedo a alguna represalia por haber hecho público el problema, la velocista fue contundente en su respuesta: “La grieta está hace años, sólo que no se hizo pública por miedo a perder una beca o a que no te citen a un torneo. Pero ese miedo se fue y no lo vamos a seguir permitiendo. A mí en particular el ENARD no me da nada, así no tengo miedo. Pero si toman represalias con alguno de mis compañeros, eso sí hablaría muy mal del ente”.

Por último, la atleta resaltó la actitud de la Secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo. “Le escribí por privado. Me llamó por teléfono y me pidió detalles de lo que había pasado. Le conté y me dijo que si esto hubiese pasado hace 20 días, la Secretaría tenía tiempo de pedir el dinero, pero como fue tan cerca del viaje, no había forma de acelerar el trámite. De esa manera, diferenció la mirada que tiene sobre los dos sectores apuntados tras el escándalo y volvió a apuntarle al ENARD: “Todavía no se nos acercó nadie a hablar ni a pedirnos disculpas. Lo único que dijeron es lo que salió en las redes sociales, nada más”.