La Mesa de Café
03/08/2022 | 12:28 | Intentó robar un celular con un arma sin proyectiles. Inició un tratamiento con asistencia psicológica. Ahora, el chico cordobés estudia, trabaja y cumple tareas solidarias.
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El Juzgado Penal Juvenil 1° Nominación de la ciudad de Córdoba absolvió de pena a un joven que había sido declarado coautor de tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego de operatividad no acreditada.
La jueza Daniela Bianciotti aseguró que este caso demuestra que “el Derecho Penal Juvenil funciona”, ya que durante el tratamiento tutelar el acusado alcanzó “un indudable ejercicio de ciudadanía responsable”.
La magistrada subrayó que el adolescente “ha demostrado buena disposición para comenzar una vida sana y útil”, puesto que cursa la escuela desde la mañana hasta la tarde dos días por semana; mientras que durante cuatro días trabaja como servidor urbano, bajo la órbita de la Municipalidad de Córdoba.
“En efecto, el joven está en el último año de la escuela; a pesar de las dificultades provocadas por la pandemia, no descuidó esa responsabilidad e, incluso, desarrolló labores en organizaciones de impacto social de carácter voluntarias, ya que colaboraba con su progenitor en el comedor barrial realizando tareas solidarias durante su tiempo libre”, enfatiza la sentencia.
La jueza Bianciotti destacó en la sentencia la actuación de la fiscal María Soledad Carlino, quien mediante palabras accesibles para el imputado y su madre -quien estuvo presente en la audiencia- “hizo efectivo el derecho a comprender”.
En diálogo con Radioinforme 3, Carlino detalló que tras el debate en el que el joven confesó ser el autor del intento de robo, fue sometido a un periodo de prueba y con ciertas condiciones para retomar la escolaridad y realizar un taller que le permita una alternativa laboral.
En ese sentido, subrayó que todos los pedidos fueron cumplidos, y que al momento del hecho el joven tenía 16 años y actualmente con sus 18 está terminando el secundario en un colegio técnico.
“Ha podido sostener la escuela, con una carga horaria importante y una carga laboral de varios días a la semana, además colabora con un merendero con niños en condiciones de vulnerabilidad”, apuntó.
“Había logrado incorporar pautas de convivencia sin lograr una pena de prisión para el mismo fin y en representación como fiscal me corresponde pedir la absolución de la pena”, explicó.
Al respecto, Carlino, indicó que los fiscales representan a la víctima y toda la comunidad y la idea es “revisar si esta persona (el acusado) está en condiciones de vivir en sociedad, de manera respetuosa hacia los demás”.
“La contención familiar es uno de los pilares fundamentales, porque por más apoyo que pueda haber de parte del Estado, sin contención es difícilmente lograble el fin”, reflexionó.
“En base a la impresión de la audiencia esta no es una decisión que se tome sola sino que es una decisión basada en la vida que llevó este adolescente este tiempo y que no sería esperable que vuelva a una vida de delito porque las condiciones de vulnerabilidad que llevan a una vida de delito en este caso se percibían neutralizadas”, concluyó.
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