Ángel Rossi: "El Papa me pidió que sea humilde"

La Mesa de Café

Ángel Rossi: "El Papa me pidió que sea humilde"

08/11/2021 | 11:43 | El designado arzobispo de Córdoba contó en La Mesa de Café sobre su nombramiento, su relación con el pontífice y los desafíos en su rol. “El objetivo es el servicio y el cuidado a la gente”, remarcó.

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El Papa Francisco designó este sábado a Ángel Rossi como el nuevo arzobispo de Córdoba, quien será ordenado el 17 de diciembre. Se trata del primer jesuita en ocupar ese cargo.

En diálogo con La Mesa de Café, Rossi contó que la noticia lo tomó por sorpresa. “Es la sensación de que algo desborda y uno queda paralizado frente a esto”, expresó, haciendo referencia a la enorme responsabilidad que significa este rol.

“La gente supone que lo he venido conversando, pero el último que se enteró fui yo. Son puros rumores hasta que suena el teléfono y se hace formal”, contó.

Lo propio del obispo es acompañar. No somos amos, somos servidores

Según dijo, luego de recibir la noticia, el Papa lo llamó para felicitarlo. “Me quedaron dos palabras: gratitud y ánimo. También una interpelación que me va a significar tiempo y trabajo: ‘sé humilde’, me dijo”, resumió Rossi sobre la conversación con el Sumo Pontífice.

Entre ellos existe una relación de hace muchos años, ya que se conocieron en la Compañía de Jesús. “Cuando yo entré, él era el jefe de los jesuitas en Argentina. Por lo tanto, la misión la obtuve de él”, relató y dijo que, tras esa experiencia, compartieron trabajo pastoral en Buenos Aires.

“Siempre fuimos amigos, pero me siento más hijo que amigo”, dijo sobre el estrecho vínculo que conservan. Además, lo definió como “muy cercano a la gente”.

“Si logro el 10% de su misericordia para con la gente y el 10% de su caridad hecha gesto, me doy por satisfecho”, confesó.

En el mismo sentido, habló de los gobernantes: “Cada uno tiene a quien cuidar. Ellos desde la política y nosotros desde la fe. Ojalá que cada uno desde su ámbito se dedique a dar una mano a los demás”.

“Cuando eso se da, el beneficiado es otro y es muy lindo. Nuestra gente está desesperanzada y herida”, agregó y consideró que el desafío tanto para la Iglesia como para la política es “la cercanía a la persona”

“El primer gran desafío es la escucha y estar atento a la alegría y el sufrimiento de la gente. Ojalá no me olvide. Sobre todo para acompañar a las personas”, cerró.

Entrevista de Miguel Clariá.