La Mesa de Café
14/10/2020 | 14:50 | El director del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas hizo un diagnóstico de la situación de la pandemia. "La situación se puede revertir", dijo en Mesa de Café.
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En medio de la pandemia, la situación parece estar descontrolada en Argentina: con más de 900 mil contagios y 24 mil muertes, el presidente Alberto Fernández decidió dar marcha atrás con algunas de las flexibilizaciones y evitar la circulación de las personas en algunas provincias.
En este contexto Miguel Clariá dialogó con Roberto Chuit, director del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas, quien señaló que uno de los principales problemas es la baja cantidad de testeos.
"Se lo tomó más como un proceso médico de enfermedad que de poblaciones. Se trabajó para preparar el sistema, para esperar enfermos. Es lo mismo que cuando se controla la mortandad infantil y, en vez de controlar el embarazo, se preparan terapias. Argentina salió tarde al mercado en busca de reactivos. Con casi 13 mil positivos diarios, no llega a hacer más de 24 mil testeos", explicó.
Esto significa que la tasa de positividad en Argentina alcanza el 70% y que no se están detectando "suficientes" casos positivos.
Sin embargo, el especialista también hizo hincapié en el otro lado de la cadena que provoca la alta tasa de contagios: la irresponsabilidad social.
"Como ciudadanos tenemos parte de responsabilidad. El aislamiento lo que busca es que la gente que haya estado con alguien enfermo o se sienta mal, no se movilice y que todo el círculo íntimo se quede quieto. Una aglomeración no sólo una reunión grande, sino una habitación a donde hay 5 personas y no hay posibilidades de distanciamiento", explicó.
Chuit insistió en hacer hincapié en los casos de países que tuvieron buenos resultados y puso como ejemplo Uruguay que nunca tuvo cuarentena estricta.
"Estableció pautas de funcionamiento y mensajes a la sociedad y hubo un comportamiento social que permite que Uruguay esté con un número bajo de infectados. Uruguay es parecido en tamaño a Córdoba o Santa Fe", señaló.
Afirmó que la situación en Argentina se puede revertir siempre y cuando se den dos cuestiones: una mejora en la cantidad de diagnósticos y un comportamiento correcto por parte de los ciudadanos.
Si bien criticó que Córdoba hubiese flexibilizado tantas cosas en tan poco tiempo -Ciudad de Buenos Aires recién ahora autorizó el funcionamiento de bares y restaurantes-, afirmó que el cierre de la actividad nocturna ralentizó la tasa de contagios.
"Se busca que la población colabore. Esperamos que se relentezca aún más y que Córdoba vuelva a tener una situación de control a donde pueda permitir a los equipos de salud que se pongan por delante", finalizó.
Entrevista de Miguel Clariá.