La Mesa de Café
21/10/2022 | 10:57 | La joven hace dedo para llegar a las aulas. Ama su profesión y dice que la contención a los niños es fundamental. "Sería muy bueno poder encontrar un lugar más cerca de mis trabajos", explicó.
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Clarisa tiene 30 años y es maestra jardinera, oriunda de Sebastián Elcano, a 180 kilómetros al norte de Córdoba. Su historia llegó a La Mesa de Café gracias al mensaje de un oyente que la encontró en la ruta haciendo dedo para poder llegar a sus lugares de trabajo.
Recorre de lunes a viernes más de 320 kilómetros -ida y vuelta- para dar clase a sus alumnos de 3, 4 y 5 años en una sala múltiple de una escuela de Santa Catalina, un pueblo cercano a Jesús María.
Sale de su casa a las 5 o 6 de mañana para hacer dedo en la ruta, llegar a las 13 a trabajar y regresar a las 22 en colectivo. La frecuencia no es muy buena por las rutas que ella debe utilizar.
Tampoco hay un gran flujo vehicular. En ocasiones, Clarisa debe esperar hasta una hora y media para conseguir que alguien pueda llevarla a su trabajo.
Ama su profesión, pero no puede desarrollarla en Sebastián Elcano por un problema de cupos y puntaje docente. Adora a sus alumnos y está convencida que la contención que puede brindarles a sus alumnos a esa edad es fundamental.
"Estoy 17 horas afuera de casa para dar cuatro horas de clase", cuenta esta maestra maratonista. "Los lunes y jueves salgo a las 5 de la mañana. Esos días trabajo en Totoral como profe de Biología. Luego tomo un colectivo a Jesús María y otro más hasta la entrada de Santa Catalina. Allí me bajo y hago dedo para viajar 14 kilómetros por tierra. Hay que esperar mucho, pero estoy presente a pesar de la lluvia o el viento".
Todo lo que Clarisa hace es por gusto y pasión, lo demostró en la comunicación que mantuvo con Miguel Clariá. "Es una profesión muy linda, es hermoso trabajar con los niños. Me gusta estar presente siempre. Si llueve, salgo con paraguas. Pero estoy".
Por seguridad, regresa a su casa en colectivo. Lo que la docente está necesitando es un lugar para alquilar en Jesús María para estar más cerca de sus trabajos y acortar los kilómetros de viaje y tiempos de espera. "Me gustaría encontrar un lugar más cerca, puedo pagar entre 15 mil y 18 mil pesos. Más lamentablemente no puedo porque de esa manera me quedaría sin comer".
Clarisa se mueve por vocación y el poder compartir su tiempo con los niños, brindarles educación y herramientas para su futuro. "La base de todo es el nivel inicial y la formación para las próximas etapas". La docente se formó en su pueblo y siempre supo que quería ser seño de jardín.
"Soy muy consciente de lo que estoy haciendo. La gente que conoce mi historia dice que estoy loca por hacer lo que hago. Pero es lo que me gusta. Tengo el apoyo de mi familia y, por supuesto, mis sueños", explicó.
A pesar de las dificultades geográficas, ella es súper puntual. "Siempre llego a horario, no importa que deba pagarme un taxi tan caro. Pero yo llego. Sería muy útil poder encontrar un lugar más cerca de mis trabajos y poder reducir los kilómetros y tiempos de viaje".
Y reflexionó: "No tenemos un límite para llegar, a pesar de la distancia. Invito a todos los que me escuchan a cumplir sus sueños. A veces puede ser difícil, pero nada es imposible”.
Para ayudar a Clarisa a encontrar un lugar más cercano a sus lugares de trabajo, la docente facilitó el siguiente número de teléfono: +54 9 3525 51-8685.
Entrevista de Miguel Clariá.