La Mesa de Café
13/10/2021 | 11:55 | Claudia Romero, doctora en Educación y profesora de la Universidad Di Tella, dijo que "no hay datos certeros" sobre la deserción. Apuntó cuáles deberían ser las políticas públicas a seguir.
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Claudia Romero, doctora en Educación y profesora de la Universidad Di Tella e investigadora, habló en La Mesa de Café sobre el impacto en el ámbito educativo de la cuarentena por la pandemia.
Según explicó, las consecuencias se ven no solo en la cantidad de niños que dejaron la escuela (que se calcula que rondan 1,1 millones, aunque tampoco hay datos certeros al respecto), sino en el "desaprendizaje" que se produjo en aquellos que no desertaron.
"Es lo que se llama un limbo semántico, y se dio en todo el mundo. El problema es que la política anuncia 'vamos a buscarlos casa por casa', pero en realidad no sabemos ni quiénes son", lamentó.
Este 1,1 millones de presuntas deserciones es un número aproximado a raíz del cálculo del 10% de las escuelas más vulnerables. Sin embargo, según investigaciones de la UTDT, el número sería al menos del doble.
"Según nuestras investigaciones, las escuelas vulnerables presentaban un 20% de deserción. Los más vulnerables son los más afectados, los que no tenían conectividad ni familia que los apoye", indicó.
Si bien reconoció que algunas provincias armaron estrategias de recuperación de los menores que abandonaron el sistema, apuntó a otra problemática que es consecuencia de la pandemia: "Más allá de los que desertan físicamente, se da un fenómeno entre los es que vuelven a la escuela, sobre todo los más pequeños: desaprendieron una cantidad importante de cosas".
"Se trata de un desaprendizaje vinculado a contenidos previos y a la socialización. Son niños que han estado en ocasiones un año y medio a veces sin mucho contacto con chicos de su edad y no están en condiciones de seguir aprendiendo bajo los métodos normales", señaló.
Y agregó: "Necesitan apoyos especiales, porque sino tarde o temprano son desertores en potencia".
"Primero se necesita saber quiénes dejaron la escuela e ir buscarlos. Segundo, hay que evaluar, es decir, mirar de frente la realidad y saber dónde está parado cada uno. Sobre está mirada de la realidad uno puede llegar a reconstruir, pero esta construcción para reponer conocimientos tiene que ser en base a un plan", propuso.
"Si no, abrir las escuelas termina siendo una metáfora vacía. Se trata de garantizar el aprendizaje, porque sino el futuro del trabajo y de nuestra economía está en riesgo", concluyó.
Entrevista de Miguel Clariá.