Mesa de Café
19/05/2020 | 10:46 | Lo indicó en Mesa de Café Claudia Tomadoni, geógrafa argentina que vive en ese país hace 16 años. La cultura y un sistema de salud robustecido, claves para el control de la pandemia.
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Alemania fue señalado por todo el mundo como ejemplo a seguir en el combate del coronavirus. Sin una cuarentena estricta, ya se encuentra en una de las últimas fases del confinamiento, autorizando la reapertura de bares y restaurantes.
El país ya suma unos 177 mil afectados y supera los 8.100 muertos, con focos importantes en zonas como Baviera y Renania, regiones al sur y fronterizas con otros países.
En este contexto, Miguel Clariá dialogó con Claudia Tomadoni, geógrafa argentina que lleva más de 16 años viviendo en la ciudad de Weimar.
“En esta situación fragmentada, las decisiones se van tomando a medida que se ven las posibilidades. Las aperturas son tomadas con cautela. Hoy por hoy, el 60% de la opinión pública cree que va haber un rebrote y que todavía no se ha cruzado la montaña. Hay una calma ante una nueva tormenta”, dijo.
Según su experiencia, hay “mucha cautela” a la hora de tomar decisiones como la reapertura de actividades ya que cada gobernador es quien da el visto bueno.
"Había que ir analizando cada región y ciudad. Lo primero que reina es el temor porque cualquier decisión mal tomada es un paso para atrás”, indicó.
Tomadoni comentó que en Weimar -ciudad a donde reside- los únicos niños que volvieron a la escuela son los de sexto año y con medidas estrictas de distanciamiento social.
“Ellos deben respetar las medidas de seguridad como el uso de máscara y la distancia. Esto es porque ellos deben dar un examen final y, si no lo hacen, se quedan sin el título. Ahora se está planificando cómo van a volver. Quizás unos a la mañana y otros a la tarde. Hay medidas de seguridad muy fuertes y siempre está el temor al retroceso”, expresó.
Al ser consultada sobre cómo el país logró mantener una curva controlada sin la cuarentena obligatoria, comentó: “El alemán es muy responsable en sus decisiones. Si bien no hubo confinamiento obligatorio, la decisión de quedarse en casa fue fuerte y la gente la acató. Esto llevó a que se frenara la situación. Esto siempre acompañado por un sistema de salud robusto".
Con respecto al turismo, Tomadoni explicó que es algo que “preocupa” a los políticos y a la gente, ante la inminencia de sus vacaciones en julio y agosto.
“El ingreso que se ha perdido hasta el momento es increíble. Aquí julio y agosto son meses fuertes de vacaciones de verano. Los alemanes vacacionan en España, Italia y Grecia. Ese flujo no solo es desde Alemania, sino de todo Europa por el circuito económico que se genera", detalló.
Si bien los bares y restaurantes comenzaron su apertura, las personas no salen a consumir.
“Esta crisis te llevó a que, durante las semanas de confinamiento, hayas tenido una percepción de lo realmente necesario. ¿En qué estoy gastando mi dinero? Hay una baja en el consumo. Es una situación compleja”, contó.
Finalmente, al ser consultada sobre el dato curioso que muchos alemanes pagaron para que sus clubes pusieran imágenes suyas de cartón en el estadio durante el regreso de la liga, Tomadoni hizo hincapié en que existe una “búsqueda de la normalidad”.
“El poner esa imagen de cartón, apoya una actividad económica. En estos partidos sin público, lo que está de por medio es la transmisión, la emoción de la gente. Se está jugando con el deseo de tratar de sostener una actividad que genera millones”, culminó.
Entrevista de Miguel Clariá.