Mesa de Café
06/05/2020 | 15:03 | Hilda Molina, fundadora del CIREN en Cuba, dialogó en Mesa de Café y se refirió a la emigración de profesionales de ese país al mundo. "Ellos son víctimas de este sistema esclavo", dijo.
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Hilda Molina, la reconocida neurocirujana cubana que emigró a la Argentina al separarse del régimen castrista, dialogó en Mesa de Café y dijo que las misiones médicas de su país son "un negocio”.
“Cuando nosotros íbamos a otros países, lo hacíamos muy contentos. Yo fui a Argelia y tuve que firmar un contrato que no me querían dejar leer porque estaba en francés. Cuando finalicé mis tareas, el régimen de Castro había cobrado un cuarto de millón de dólares por mi trabajo. A nosotros sólo nos daban un expendio mínimo en moneda argelina", contó Molina, quien plasmó sus vivencias en su libro “Mi verdad”.
Uno de los momentos más importantes de su vida fue cuando decidió dejar Cuba e instalarse en la Argentina porque no estaba de acuerdo con las políticas de Fidel Castro, quien la nombró para ocupar varios puestos importantes. También fue diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y una de las fundadoras del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) .
“Con la ayuda de científicos de todo el mundo fundé ese centro. Como la institución era tan buena, Castro quiso sacar a los enfermos cubanos para poner extranjeros que pagaran en dólares", dijo.
Según su testimonio, desde ese momento, la medicina cubana dejó de ser tan prestigiosa como antes ya que bajaron los requerimientos para el ingreso a la universidad.
“La medicina antes del triunfo del castrismo era de las mejores. Cuando ellos llegaron, muchos médicos se fueron del país. Además, bajaron los requerimientos para el ingreso y las evaluaciones. La necesidad era mandar médicos al mundo y ganar dinero", agregó.
Al ser consultada por la llegada de un grupo de médicos a la Argentina, defendió a sus compatriotas y explicó que no son “espías”.
“Los médicos no son espías, son víctimas del sistema esclavo y pueden no estar bien preparados, pero pondrán el corazón a los enfermos. Es feo que se hable mal de ellos. La crítica se debe hacer al castrismo. Cuando se critica a la víctima y no al victimario, es injusto y frívolo”, indicó.
Según la neurocirujana, Cuba “está llenando América Latina de espías” y el castrismo “está llevando sus ideas a todo el mundo”.
Finalmente, confirmó que si bien los médicos que van al exterior reciben un porcentaje en dólares, “no es en mano”.
“Se los ponen en una cuenta en Cuba y, si no se portan bien, no ganan nada. Es un tipo de trata humana”, concluyó.
Entrevista de Miguel Clariá.