La Mesa de Café
29/04/2021 | 11:50 | Luis Puga, comodoro retirado de la Fuerza Aérea, contó cómo logró vivir luego de eyectarse de un Mirage M5 Dagger, al ser derribado por aviones británicos el 24 de mayo de 1982.
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Cada 1 de mayo se recuerda el bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina en las Islas Malvinas. Luis describe ese momento como un "recuerdo emotivo" y homenajea a sus compañeros que no volvieron.
"Los que pasen por Oliva, quiero que le rindan homenaje a Carlos Castillo. Gracias a él estoy vivo, porque fue el primer Dagger que explotó en el aire y me salvó la vida", contó y comenzó a desandar su relato.
Según narró, unos instantes antes de llegar a las islas, escuchó la explosión del avión de Castillo, lo que le dio tiempo para lanzar las bombas al mar antes de que lo ataquen.
"Eso me permitió conectar postcombustión para entrar en combate. Pero, instantes después, se cortó la cola del avión y salté", contó.
En un rápido movimiento, logró alcanzar la manija del asiento eyectable y se expulsó del avión. "Segundos después entré al mar, enredado en el paracaídas", dijo.
En su recuerdo, se vienen las imágenes de las olas demasiado altas y el momento en que le pidió a Dios que cuide a su familia. "Ahí me entregué y sentí mucha paz".
Luis comenzó a nadar. Según sus cálculos, estuvo entre ocho y diez horas en el mar. Hasta que, finalmente, las olas lo tiraron a la orilla.
"Logré salir y cuando llegué a tierra firme, me puse a besar el suelo y a llorar como un chico", contó.
Luis es un agradecido de la oportunidad que le dio la vida de seguir adelante y también agradeció la formación que recibió de parte de la Fuerza Aérea.
"Cuando terminé el curso de la Escuela Superior de Guerra Aérea y luego de hacer el curso de Estado Mayor en España, nunca me hubiera imaginado que iba a tener que estar en una guerra", contó y concluyó: "La guerra no se elige, el tema está cuando vos ya estás ahí. Tenés que seguir mirando hacia adelante".
Entrevista de Miguel Clariá.